Los vecinos de Melias en Pereiro de Aguiar reivindican su patrimonio cultural. Un poste eléctrico "afea" su peto de ánimas, una pieza artística de 220 años de historia. La asociación de vecinos hace algo más de una década pidió su retirada, pero ahí sigue. Ahora vuelven a la carga, tras reunirse con Patrimonio el jueves en busca de soluciones, la única sigue pasando por la compañía eléctrica.
Asumir los costes del soterramiento o del desplazamiento del poste, algo que de momento la eléctrica no está dispuesta a desembolsar: “Lleva ahí como 40 años, intentamos diferentes posibilidades como hablar directamente con la compañía”, cuenta Santiago Notario, miembro de la Asociación Cultural e Veciñal de Melias. La respuesta fue que la mejor opción era soterrar el cableado, pero alegaron que le resultaba “gravoso” y pedían colaboración municipal para los gastos. “É triste ver isto así”, comenta el párroco de Melias, Francisco Enríquez.
Los propios cables que tensan la estructura rompieron un pedazo de la piedra del peto, que se encuentra también integrado en la fachada de una casa. “Tal y como está, es algo que hoy no podrías hacer por las leyes de protección del patrimonio”, apunta Notario.
Petición del Concello
El alcalde, Luis Menor, consciente de este “atentado ao patrimonio” ya envió la petición a la eléctrica: “A xestión está feita e pedimos solucións. No meu mandato estamos reiterando a necesidade de que se retire”, explica Menor. La compañía solicita colaboración en los gastos de la obra, “pero eles teñen que asumir a maior parte do custo”.
Además, se le suman los problemas en la iglesia de Santa María de Melias, con un techo que se cae a pedazos. Esta situación lleva años, provocando goteras en espacios como la sacristía o en una de las capillas interiores. "Se cambió y al poco tiempo las tejas comenzaron a hacerse añicos", explica Santiago Notario. Patrimonio les aconsejó el jueves hablar con el Obispado para que expusiese las obras que necesitasen en la comisión anual que ambas comparten. El párroco, Francisco Enríquez, acudió al Obispado tras la reunión con Patrimonio, por lo que ahora les toca esperar. "De la reunión sacamos que no tenemos plazo para ninguna de estas actuaciones", lamenta Notario.
Vecinos resignados
Mientras nada se soluciona, los vecinos siguen conviviendo con el poste y los desperfectos: “Non hai quen teña ansia de nada”, afirma Fina Álvarez. Luisa Álvarez no entiende el estado en el que se ha dejado por años sin permitir solventar los problemas, mientras que Paz Pato dice que “está todo perdido”.
Los estragos que puede ocasionar el estado del tejado sobre las imágenes de santos y otros elementos artísticos del templo preocupan a estas vecinas: “É unha pena que teñamos todo así”, cuenta Luisa. Fina lo tiene claro, que arreglen antes del invierno, “cando non chova”.
