La accesibilidad, tarea pendiente para Ourense

Las barreras de accesibilidad son un calvario que sufren cada día las personas con movilidad reducida y que en la ciudad parecen no tener fin. Pasos de peatones sin rebajar, entradas a establecimientos no adaptados o cubos de basura inaccesibles para este colectivo, son algunas de las dificultades a las que se enfrentan a diario. “O plan de mobilidade Móvete por Ourense está aparcado e, mentres non se execute, estas persoas tópanse con moitas barreiras”, señala Mónica Limia, coordinadora de Cogami en Ourense. Los usuarios son los que transmiten las incidencias que se encuentran a su paso, ante la falta de acción para mejorar la ciudad a nivel urbanístico para ellos. “Nós recollemos as incidencias que nos trasmiten e informamos ao Concello para que as solucionen”, explica Limia. Los rebajes de las aceras en los pasos de peatones son uno de los principales inconvenientes para estas personas y se puede solucionar con elevaciones que también ayudan a reducir la velocidad. Cogami está atenta a todas las posibles incidencias que surjan. Por ello cuenta con la aplicación móvil AccesibilidApp, que permite registrar la ubicación de esos problemas de accesibilidad. Estos se aglutinan en la herramienta digital para luego trasladarlos a las autoridades competentes para que se solucionen. “Dámonos conta de que algo está mal cando o sufrimos”, reflexiona Limia. Muchos locales no favorecen el acceso (MIGUEL ÁNGEL). Plazas de aparcamiento Recientemente, en Cogami recibieron una incidencia sobre las plazas de aparcamiento para las personas con movilidad reducida. Un ciudadano, cuyo padre está diagnosticado de alzhéimer, y que nota la escasez de estos huecos específicos. “Faltan prazas, porque van en relación coas totais dispoñibles”, explica Limia. Estos espacios para personas con movilidad reducida son necesarios para la accesibilidad y en la ciudad se encuentran con dificultades. “Os desprazamentos destas persoas son complicados, polo que precisan dun oco onde aparcar próximo a espazos da administración púlbica ou de atención sanitaria”, señala. En Cogami solicitaron un listado con las plazas disponibles y se ofrece el número, pero no su ubicación exacta. “Precisamos un documento onde estean todas colgadas e permita a accesibilidade de calquera usuario”. Limia comenta que la vida en silla de ruedas “é diferente” y se hace más planificada. Las plazas de aparcamiento de movilidad reducida y su ubicación permitirían un desplazamiento con menos dificultades para estas personas. “Canto máis lonxe se atope do lugar de destino, as barreiras incrementaranse polo camiño”, apunta Limia.