La raza y la ideología, el coladero de los delitos de odio en Ourense

Juicio contra un joven que propinó un puñetazo a otro y lo difundió en las redes con un video.
photo_camera Juicio contra un joven que propinó un puñetazo a otro y lo difundió en las redes con un video.
Los delitos de odio en el deporte no tienen incidencia en Ourense pero sí los comentarios discriminatorios y que incitan a la violencia contra personas de raza negra, etnia gitana o el colectivo LGTB+.  En los últimos ocho años, se notificaron 46 casos

Los delitos de odio no son exclusivos de la Liga. Aunque el delantero del Real Madrid Vinícius fue víctima el pasado fin de semana de un ataque racista en el campo del Mestalla (Valencia), en Ourense no tienen incidencia en los recintos deportivos o campos de fútbol sino en las redes sociales y en el contexto del ocio nocturno, en plena calle, sobre todo hacia el colectivo LGTB+, con mayor repercusión en hombres gays.

También hay casos de antigitanismo. La última condena en los juzgados penales, en junio de 2021, hace referencia a las descalificaciones vertidas por un vecino de la ciudad a la comunidad gitana en un foro de internet. Fue condenado a un año de cárcel y a la realización de un curso de sensibilización. En este caso, fue la Fundación Secretariado Gitano  la entidad que identificó y denunció ante la Policía Nacional y la Fiscalía, al entender que los seis mensajes “de odio extremo antigitano” publicados en diversos hilos del un foro llamado “Burbuja.info” constituían un delito tipificado en el artículo 510.1 del Código Penal. También, a través de la red,  una carballiñesa instó en su perfil de Facebook a prender fuego con gasolina a personas de raza negra. El Penal 1 le impuso un año de cárcel.

Los delitos que fomentan el odio y la discriminación a personas en función de su raza, etnia, religión, orientación sexual, ideología o discapacidad  han dejado de ser anecdóticos en Ourense. Según los informes de criminalidad del Ministerio del Interior, en los últimos ocho años se han denunciado 46 casos. La mayor parte por  racismo/xenofobia y motivos ideológicos.  

En 2019 hubo 17 casos

Solo en el año 2019 se sobrepasó la decena de infracciones penales, con 17 denuncias. La ideología fue el detonante más frecuente en los casos denunciados, con amenazas, lesiones, daños y trato degradante de por medio (no siempre se acusa específicamente por el artículo 510 del Código Penal). Así, se detectó este motivo en seis ocasiones. Según la Policía, un delito de odio por ideología es “cualquier hecho que señala la existencia de un móvil de odio o discriminación hacia la víctima por la concepción de ésta sobre aspectos relacionados con la política, sistema social, económico y cultural”. El racismo se situó con la segunda causa más frecuente de denuncia, con cinco casos. Las creencias religiosas propiciaron otras tres diligencias, mientras que la orientación sexual de la víctima dio lugar a dos delitos más. El rechazo a los gitanos también se encuentra en el listado, con una denuncia. 

En el último ejercicio con datos, 2021, los delitos de odio -nueve- se duplicaron con respecto al año de la pandemia. Hubo un delito de odio contra personas con discapacidad, dos por ideología, discriminación de sexo y orientación sexual/identidad de género, respectivamente, y cuatro por racismo. 

Tanto desde los juzgados de la ciudad como desde la Policía Nacional creen que en Ourense la conflictividad no es grave pero no se puede bajar la guardia, sobre todo para que afloren problemas de racismo  o discriminaciones hacia determinados colectivos  que están latentes pero no son denunciados.  En abril del pasado año, trascendió el caso de una agresión homófoba. El grupo valenciano de hardcore Amor estuvo en un concierto en el evento Baixo Terra, en Ourense. Al salir, sus miembros se desplazaron a los Vinos para disfrutar del ocio nocturno.  Un hombre increpó a uno de los integrantes física y verbalmente por su estética.  No se investigó porque no hubo denuncia policial. Pocos día después, dos jóvenes propinaron varios puñetazos a otro tras llamarle “maricón” en la calle Arturo Pérez Serantes, a la salida de una discoteca. 

En la provincia también hubo un caso con tintes de aporofobia (desprecio hacia el pobre)  que trascendió las fronteras locales y que derivó en una condena por un delito  contra la integridad moral. El joven J.J.R. fue condenado a dos años de prisión porque que el 31 de marzo de 2018 propinó un puñetazo a un indigente de Carballiño. Posteriormente,  la agresión  fue difundida en vídeo a través de las redes sociales. 

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