Los accidentes de moto suben un 35% y se duplican los heridos

La Guardia Civil detectó un aumento en los excesos de velocidad y en el consumo del alcohol

La temporada de motos llegó con el buen tiempo y son muchos los conductores sobre dos ruedas que se exponen en las carreteras ourensanas. Como cada año, los siniestros aumentan con el estío respecto a los meses invernales, pero cabe destacar que el crecimiento fue también exponencial en los últimos años. Por ejemplo, en 2022 se registraron 104 accidentes, un 35% más  que en 2021, cuando hubo un total de 77. 

Además, su gravedad también fue in crescendo: murieron tres personas el año pasado, mientras que en 2021 hubo dos víctimas y en 2020 una. Lo mismo pasó con los heridos graves, que fueron el doble de un año a otro. El aumento de los siniestros de motocicleta resultó más pronunciado en vías interurbanas, donde ocurren la mayoría. En 2022 hubo 67 incidencias en estas carreteras, el  doble que en 2021. Por otra parte, este 2023 la cifra se mantiene al alza. Los siniestros a dos ruedas rondan ya los 30 y una persona falleció.

La situación preocupa a las autoridades de tráfico de Ourense, que tienen la mirada puesta en la vulnerabilidad de estos conductores. El teniente Juan Carlos Nogueiras, de la Guardia Civil, señala que “el buen tiempo contribuye a que se use más la moto y, dado que no hubo una primavera lluviosa, esperamos más desplazamientos”, indica. 

Reconoce que este año -cuando se adelantaron los días de sol- se están registrando más incidencias: “Estamos viendo un aumento de los accidentes de moto”, indica. A la par, observan también más excesos de velocidad en los conductores y un aumento de  los que se detectan con alcohol o drogas en su organismo. 

Más vulnerabilidad

“Estos conductores tienen mayor riesgo de sufrir un accidente. Los motociclistas son un colectivo vulenerable, las consecuencias son siempre más trágicas dado que el cuerpo de las personas es parte de la carrocería”, explica Nogueiras. 

Una de las normas que se intentó imponer en este sentido fue la obligatoriedad de llevar guantes: “Hay que empezar a vestirse bien. Ahora mismo, con la legislación en la mano, una persona puede ir en bañador, sin camiseta, sin chanclas y con un casco, y no se le puede denunciar”, señala el teniente. “Es paradógico que no se exijan más medidas de seguridad que en la cabeza”, opina. 

El teniente Nogueiras apunta que una mala vestimenta puede incrementar los daños: “Tenemos constatado casos en los que el conductor iba en deportivas y, al tocar el suelo, sus prendas se desintegraron. Con el efecto del roce, ciertos materiales se quedan pegados a la piel”. Lo mismo ocurre con la exposición al tubo de escape (cuando no se llevan los pantalones adecuados), dado que aumenta la probabilidad de sufrir una  quemadura. 

Qué llevar y cómo hacerlo

Aunque el casco es la única medida obligatoria, llevarlo correctamente es una cuestión por la que se deben preocupar los propios conductores. “Hay que llevar la talla exacta porque, por efecto de la vibración, eres incapaz de fijar la imagen y genera despistes. Además, si es grande, es probable que salga disparado”, señala Nogueiras. Cubrir la barbilla es también fundamental. 

Aunque es optativo, desde la Guardia Civil recomiendan portar una chaqueta con protección, pantalones y, sobre todo, botas que cubran los tobillos y guantes. 

Para circular correctamente, “es necesario hacerlo de forma defensiva. Hay que pensar siempre que es posible que no te vean otros vehículos porque el volumen de la moto siempre es inferior al de un turismo”, señala Nogueiras. A la hora de adelantar es también fundamental, “no quedarse nunca en el ángulo muerto del espejo”, dice el teniente. 

Por otra parte, cuando son varios los motociclistas, la forma de desplazarse en grupo tendrá que ser en tresbolillo, de forma que en caso de un frenazo, no choquen por alcance. 

Descansar cuando se lleva un tiempo considerable en camino o tener en cuenta las condiciones climáticas ayuda a mejorar también la seguridad del conductor.

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