Admiten el asalto violento en una casa en Boborás que vigilaron antes

El asalto violento a una vivienda de Pazos de Arenteiro (en el concello de Boborás) el 18 de mayo de 2019, que requirió varios días de preparación, se solventó en la sala de vistas de la Audiencia provincial de Ourense en pocos minutos. José Antonio P.R., Yoni José M.R. y Fátima G.R., los tres inculpados -hay un cuarto en paradero desconocido y con orden europea de detención- reconocieron la autoría y la fiscal, con el visto bueno de la acusación particular, propuso otra alternativa, rebajando la petición inicial de condena en aras a ese reconocimiento de los hechos. Además, a la mujer le aplicó la atenuante muy cualificada de reparación del daño -económico-, porque satisfizo ya la parte de la responsabilidad civil que le corresponde por las joyas y dinero robados a las víctimas. En total, cuatro años y cuatro meses de prisión para José Antonio porque es reincidente (fue condenado por robos con fuerza); cuatro años, tres meses y un día para Yoni y tres años para Fátima por un robo con violencia e intimidación en casa habitada, con la agravante de disfraz ya que ocultaron el rostro con un pasamontañas y una braga. En el robo participó una cuarta persona que está en paradero desconocido y pesa sobre él una orden de detención europea El robo en la casa en la que residía el matrimonio y su cuidadora ocurrió sobre la una del mediodía del 18 de mayo de 2019, pero los preparativos comenzaron antes con el control de horarios y rutinas de los propietarios de la casa. La planificación partió de Fátima y el investigado huido, Jorge Luis C., quienes seleccionaron la vivienda y buscaron a otros dos compinches. Precisamente, fue la inculpada la encargada de la logística del asalto: se desplazó los días anteriores para vigilar y el día los hechos se quedó en el coche junto a Jorge Luis para facilitar la huida. A la vivienda entraron los otros dos hombres que accedieron a participar. Abordaron a la cuidadora con una pistola en la cabeza y le ataron las manos a la espalda con unas bridas. A la propietaria también la encañonaron para que les diera la llave de la caja fuerte y el pin de una tarjeta bancaria que encontraron. Tampoco se libró de la intimidación el propietario: lo amenazaron, en un primer momento, con cortarle el dedo de una mano con el cuchillo que llevaban. E incluso hablaron de rajarle el cuello. LA HUIDA SE FRUSTRÓ Los inculpados, al no lograr las llaves de la caja fuerte, arrancaron a la dueña la cadena de oro que llevaba en el cuello y unos anillos, además de apropiarse de un sobre con 1.500 euros en efectivo. Trasladaron a todos los rehenes a una habitación donde maniataron a las mujeres para revolver la casa. Antes de irse, incluso cogieron una lata de Aquarius de la nevera. La huida fue por caminos distintos. Fátima y Jorge Luis, en coche. Abandonaron el lugar y a los otros dos asaltantes al percatarse de que las víctimas ya habían dado la voz de alarma y los vecinos los estaban buscando. Los otros dos tuvieron que correr y enfilaron el monte. Yoni José consiguió huir en ese momento, pero José Antonio fue detenido por los agentes de la Guardia Civil que acudieron a Pazos de Arenteiro. A escasos metros donde fueron localizados había pruebas que los delataban: bridas, guantes, un gorro y un destornillador, además de la lata del refresco que habían cogido en la casa. En junio, el Instituto Armado realizó otra batida y fue localizada la pistola simulada empleada en el atraco muy cerca de donde aparecieron los otros efectos. Por este robo violento, la imputada estuvo en prisión desde que fue detenida, en agosto de 2019, hasta septiembre de 2020. Yoni sigue aún en la cárcel al igual que José Antonio.