el inculpado pagó 1.300 euros por una mercancía que el propietario de las joyas valoró en 15.ooo euros
Dolores C.J. y José Ramón F.S,. aceptaron ayer cinco meses de prisión y multa de 12 meses a cuatro euros al día por un delito de receptación. Según reconocieron al aceptar la pena, compraban joyas robadas con intención de obtener un beneficio patrimonial ilícito.
Una de las transacciones que incluye el fiscal en su escrito de acusación es la referida a una venta en la que medió el hijo de los acusados, que ya fue juzgado. Ocurrió el 24 de mayo de 2014 cuando J.P.H. acudió a una de las tiendas de los imputados y le mostró al menor las joyas que había robado cuatro días antes en un edificio de la calle San Tomé, indicándole su ilícita procedencia. El menor optó por llamar a Ramón F.S. porque no le llegaba el dinero para abonar la mercancía, a razón de 17 euros el gramo cuando el precio rondaba entre los 22 y 25 euros.
El inculpado pagó finalmente 1.300 euros por las joyas cuando su propietario legítimo las había valorado en 15.000. La operación no quedó registrada en ninguno de los preceptivos libros de compra del establecimiento.
Asimismo, en septiembre de 2012, Dolores C.J. compró en su propio domicilio, pese a conocer el origen ilegal de la mercancía, los efectos que C.D.M.L. había robado en una vivienda de la calle Zurbarán, en el barrio de O Couto.
