José Jácome Martínez está en prisión provisional por el acuchillamiento -por la espalda- del gerente del bar La Mamba el pasado sábado en la plaza de Los Suaves. Su mujer, María Ángeles, permanece en libertad siempre y cuando pague en los próximos días una fianza de 1.000 euros. En su declaración ambos reconocieron los hechos y se mostraron arrepentidos pero, según sus letrados, “en ningún momento quisieron provocarle la muerte” a la víctima. Tras los ataques (dos cuchilladas por delante y una por detrás de él), el encargado del establecimiento se recupera en el hospital de sus graves heridas.
Según Darío Fernández, el letrado de María Ángeles -la mujer de 47 años que inició los ataques- cuando bajó con el cuchillo en la mano y salió a la vía pública, “ella tenía la consciencia mermada” por el volumen de ruido y la discusión previa entre el propietario del local y la pareja.
Esta reside, junto a su hija, en el primero del edificio en el que está situado el establecimiento, un bar que actúa de pub pese a su licencia de cafetería. Las quejas por los ruidos no son algo nuevo, el representante de José Jácome señala que aquella noche “la pareja ya había llamado tres o cuatro veces a la Policía Local, pero los agentes pidieron que bajasen la música y se fueron”, explica. Así, y aunque y pasaban 30 minutos de la hora de cierre, el ruido procedente del tumulto de gente continúo en la Plaza de Los Suaves.
José Jácome, a diferencia de su pareja de hecho, está en prisión desde ayer. Así lo decidió la jueza de Instrucción 3 de Ourense, Eva Armesto, que lo investiga por un asesinato en grado de tentativa. A su letrado, esta medida le parece desorbitada: “Actuó en defensa de su mujer, vio que la estaba agarrando y le dio la puñalada, pero no con intención de matarle ni dañarle el pulmón”, indica. Por ello, la defensa planteará que la causa vaya por lesiones y no por asesinato: “Porque fue un daño casual, no para intentar matarle”, explica el letrado.
