Obituario | Adiós a Antonio Valencia: el abogado sin corbata que siempre respondía

Antonio Valencia Fidalgo
photo_camera Antonio Valencia Fidalgo

La abogacía ourensana está de luto. Se fue uno de los suyos de forma sorpresiva y casi sin previo aviso. A la media noche del miércoles perdía la vida Antonio Valencia Fidalgo a los 64 años de edad en el hospital, lejos del lugar en el que era feliz: el despacho de la plaza de Alférez Provisional que tan siquiera abandonaba en agosto, el mes inhábil de la judicatura. Trabajaba cuando otros cerraban, resolvía consultas a deshora (no siempre retribuidas) y hasta hubo un tiempo, antes de la pandemia, que las colas llegaban a la calle Juan XXIII.

La "familia" de la jurisdicción Social llora a un profesional que no solo destacaba por su profesionalidad y capacidad intelectual sino por su carácter. Siempre amable y cariñoso con todos los que le rodaban.

Era el veterano del despacho "A Terra Abogados" en donde trabajaba ahora -tras el fallecimiento de otros dos totes de la profesión como Hilario Barge y Juan Rego - con Catuxa Rego, Isabel Barge, la recién incorporada Alicia Ramos y Avelina, la secretaria que siempre estuvo a su lado, incluso hasta cuando se quedaba a trabajar hasta las once de la noche.

Valencia, oriundo de A Boullosa (Baltar), casado y sin hijos, estudio Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela y se dio de alta en el Colexio da Avogacía de Ourense el 18 de enero de 1984. El colegiado 169 pronto se especializó en Derecho Laboral e incapacidades y pasó a formar parte del equipo de Hilario Barge nada más superar la pasantía.

Pese a que tenía clientes y un prestigio que se granjeó por todo el país, nunca dejó de ser el "abogado de pueblo, muy humilde y bondadoso, alejado del prototipo de abogado de éxito", asegura Catuxa Rego, quien recalca que lo considera -"no puedo hablar en pasado"- su "mentor, compañero y un segundo padre".

Los jueces sabían que la soberbia no era su pecado y con él hacían las vista gorda para eximirle de la corbata y la toga. El respeto, tal como consideraba, se ganaba con humildad.

Sus socios destacan de Valencia su inteligencia. "Una persona superdotada que tenía su particular orden en el desorden; siempre tenía una respuesta porque peleaba por tenerla", destaca Rego, quien asume el reto, al igual que el resto del equipo, de "sacar adelante el despacho al que le dedicó su vida, para mantener vivos todos sus valores".

La junta de gobierno del Colexio de Avogacía de Ourense lamentó ayer "tan sensible pérdida" al tiempo que trasladaba a sus familiares y amigos su "cariño y apoyo". También sus compañeros expresaron su pesar. "Antonio era un gran profesional e una excelente persoa. Era un traballador incansable e un laboralista de raza. Botarei de menos as conversas que compartíamos cando nos atopábamos cerca do seu despacho no bar Montgre e no xulgado", valoraba el letrado y profesor de la Uvigo Xosé Manuel Pacho.

Xosé Rodríguez Díaz, graduado social, asegura que "a profesión -e a sociedade- queda un pouco orfa dun excelente profesional, dun bo compañeiro, divertido, honesto e traballador".

El funeral y entierro de Antonio Valencia será mañana viernes a la cinco de la tarde en A Boullosa, a donde será trasladad el féretro desde el tanatorio de Baltar.

Descanse en paz.

Te puede interesar