El 21 de junio de 2020, España decía adiós al primer estado de alarma motivado por la crisis sanitaria del coronavirus. Casi un año después, el país vuelve a despedirse de otro estado de alarma, aunque esta vez, el escenario, a priori, no es tan favorable como el del inicio del verano de 2020.
La incidencia acumulada del pasado junio se sitúaba en el conjunto de España por debajo de los 10 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que en Galicia, la tasa era de 1,04 casos. El confinamiento domiciliario de más de mes y medio y el inicio de una desescalada paulatina fueron clave para lograr incidencias tan reducidas. En la provincia ourensana, el 21 de junio el Sergas informaba de 24 casos activos, una cifra que seguiría bajando hasta inicios del mes de julio, cuando se empezaron a detectar nuevos brotes.
A día de hoy, el panorama epidemiológico es distinto, por lo que los expertos sanitarios insisten en un mensaje ya reiterado en muchas ocasiones: prudencia, prudencia y prudencia. La incidencia en España supera los 200 casos por cada 100.000 habitantes, con comunidades como País Vasco, por encima de los 400, y con otras como Galicia, por debajo de los 100. La provincia, en la misma línea, también se mantiene por debajo del centenar, y lleva semanas en torno a los 250 casos activos.
La situación es estable en la comunidad gallega, pero falta por conocer cuál será el impacto de la reapertura de la frontera y de la desaparición del toque de queda. "No es para nada descartable, si empezamos a aumentar las interacciones sociales y disminuir el uso de la mascarilla, que llegue la cuarta ola que por ahora estamos evitando", asegura María Sande, jefa del servicio de Medicina Preventiva del CHUO y parte del comité clínico que asesora a la Xunta. Sande llama a la reflexión a la población: "Hay cosas que ahora podemos hacer, pero la pregunta es: ¿debemos? No deberíamos cometer los mismos errores, ahora sabemos mucho más del virus".
Vacunación
Al margen de las medidas de contención del virus, la campaña de vacunación marcó un importante hito en la lucha contra la pandemia. En junio de 2020, la llegada de la vacuna era todavía incierta en todo el mundo.
A estas alturas, Galicia ya ha protegido, casi en su totalidad, el grupo de mayores de 80 años, y el Sergas completa estos días la segunda ronda en mayores de 70 y la primera en mayores de 60. En total, son 439.283 las personas inmunizadas con ambas dosis. "Estamos viendo una efectividad muy alta de las vacunas entre la población, lo cual es muy positivo", explica Sande. La inmunidad de rebaño, no obstante, aún queda muy lejos, por lo que las medidas preventivas deben continuar entre la población. "Vemos que aínda que aínda que o grupo con máis risco, os maiores, xa estén vacinados cae na súa totalidade, iso non quere dicir que non ingrese xente, nas unidades de críticos segue habendo persoas que ingresan moi graves", señala Muíño. La incidencia en la provincia, de hecho, es el doble entre la población menor de 65.
Los errores
Aunque el verano de 2020 arrancó con indicadores muy esperanzadores, el escenario tardó poco en cambiar. A mediados de agosto, varias eran las comunidades con incidencias elevadas, y en Galicia, la alta trasmisión del virus en el área de A Coruña comenzaba a preocupar. "Éramos todavía muy inocentes, pensábamos que ya había pasado todo", comenta Sande.
La mayoría de los brotes se producen en reuniones sociales, por lo que los expertos recalcan la importancia de mantener las medidas preventivas, sobre todo, con familiares y amigos.
"En Nadal houbo moitas reunións durante moito tempo e xa vimos o que pasou nas semanas seguintes", recuerda José Luis Muíño, jefe de servicio del centro de salud de A Cuña y asesor del comité clínico.
Nuevas herramientas
Muíño reconoce la expectación ante el fin del estado de alarma, pero destaca los aprendizajes. "O ano pasado sabiamos que era importante manter a distancia social, usar máscara e manter a hixiene de mans. Agora tamén sabemos o papel dos aerosois, sobre todo nos espazos pechados, o que implica unha boa ventilación", apunta.
Sanidade, de hecho, obliga a los negocios hosteleros a contar con un dispositivo medidor de CO2, para renovar el aire cada vez que haya demasiada concentración.
PROTAGONISTAS
María Sande
"Nos repetimos, pero la prevención tiene que mantenerse"
La jefa de Medicina Preventiva y parte del comité clínico pide a la población mantener las medidas de contención, pese al levantamiento del estado de alarma. "Lo único que va a cambiar es el amparo legal para gestionar la pandemia, pero la pandemia va a seguir ahí. Nos repetimos mucho, pero es que es así, tenemos que mantener la prevención", apunta. Sande pide a la población, además, no ser "optimistas en exceso". "La cuestión es ganarle tiempo al virus mientras no alcanzamos la inmunidad de rebaño. La vacunación es la piedra angular que es previsible que nos permita controlar la pandemia", añade.
José Luis Muíño
"O virus non finaliza aínda, iso témolo que ter ben claro"
Este miembro del comité clínico incide en la importancia de seguir limitando las reuniones de no convivientes. "Que poida haber seis persoas xuntas en exteriores ou catro en interiores non implica que as teña que haber, canto menos nos xuntemos con non convivintes, menos risco para todos, sobre todo, nos espazos pechados", señala. De cara al final del estado de alarma, Muíño recalca que la situación no cambia de hoy a mañana: "O virus non finaliza aínda, iso témolo que ter ben claro todos". Aunque reconoce cierto optimismo entre los miembros del comité clínico, pide cautela y prudencia para no retroceder.
Daniel González-Peña
"A la vista de los datos, no se espera un cambio abrupto"
El doctor, bioinvestigador y profesor de la Escuela Superior de Ingeniería Informática de Ourense analiza de forma diaria los datos epidemiológicos desde hace meses. "Tenemos una situación de relativa tranquilidad y, a la vista de los números, no parece que vaya a haber un cambio abrupto de tendencia en las próximas semanas", asegura. Aún así, también apunta que, si bien en junio del año pasado parecía que se podría llegar al "cero covid" (ningún contagio), ahora esa posibilidad está más lejos: "No parece que vayamos a llegar, por ahora, a los cero casos, pero tampoco que la situación empeore".
