Profesores y los alumnos de la primera promoción de esta ingeniería hace balance del curso académico
Prueba superada. Los alumnos, 50 -no había más plazas- que se decantaron para el curso 2016-17 por el grado de Ingeniería Aeroespacial en el Campus de Ourense no esconden la dificultad de la empresa, una decena de asignaturas, a la vez que aseguran haber cogido la opción correcta. Los hay desde los que remarcan "la enorme implicación de los profesores", caso de Uxía García, a las que se ven "con fuerzas para seguir", Sara Barbeito. O los que como Iván Area, profesor de Cálculo a la par que subdirector de la Escuela, pone el énfasis en el hecho que "al menos el 50% del alumnado superó ocho o más materias. Y espero que sean más ahora en la segunda convocatoria en junio y julio".
Uxía García ofició de maestra de ceremonias con los aspirantes. Dijo ayer durante la presentación del curso 17-18 que "da tiempo para todo, es cuestión de organizarse. El primer año (son cuatro) es más bien para coger base, teórico, por eso la importancia de los foros, de los cursos, es como un chute de adrenalina. Si os ilusiona esto, adelante".
Lejos de las mesas de los ponentes, en un corrillo antes de comenzar el acto esperaban unos cuantos alumnos. Una de ellas era Raquel Ardao. "Es duro pero factible, depende de ti. Luego hay otras muchas variables que influyen, si eres de aquí o vienes de fuera, si vives en un piso o en una residencia... Yo vivo en un piso. Los primeros días me pareció que era algo imposible, la verdad es que me ha costado mucho".
A su lado asentía Maruxa Bayón. "Ya sabía que era una ingeniería muy difícil, y el hecho de entrar un mes y medio tarde me lo hizo más complicado aún. Pero se puede sacar, se trata de estudiar más. Por supuesto que me veo con fuerzas para seguir adelante, aunque es verdad que ha habido momentos en los que me he sentido agobiada. Al final, si hice esto es porque me gusta".
Sara Barbeito tenía un sueño. "Desde pequeña siempre he querido ser ingeniera, soñaba con construir cohetes. Sabía de la dificultad de la ingeniería aeroespacial, lo he comprobado. Es dura pero vale la pena cumplir tu sueño".
"Ha sido un curso duro, otra cosa es que haya merecido la pena, No imaginaba cuánto había que aplicarse", relata Marco Casanova, en tanto Daniel Otero hace "un balance positivo del primer curso, he aprobado 6 de las 10 asignaturas. Por supuesto que no me arrepiento, sueño con acabarla".
Terminado el acto, una sonrisa de oreja a oreja mostraba Laura María Fernández. "Estoy muy contenta, he aprobado todas las asignaturas. Estoy encantada, con esfuerzo todo se puede".
Iván Area, profesor de cálculo, expone que "el nivel de exigencia es alto, pero no es imposible. Hay que tener ilusión y tener claro lo que se quiere. Hemos tenido una gente trabajadora. 'Somos una piña' es su lema".
Física ha impartido este curso Claudio Cerdeiriña. "El balance es positivo, el alumnado ha mostrado interés y un alto nivel de capacidad. El rendimiento ha sido bueno", en tanto Diego González, otro de los profesores, también está satisfecho. "El alumnado ha tenido una gran actitud, ha venido bien preparado".
"Haber dado una asignatura en inglés al principio me imponía un poco, luego me ha ayudado mucho. En un futuro trabajaremos básicamente en inglés", subrayó Uxía García.
Se le preguntó a Fornella, el director de la Escuela de Ingeniería Aeronáutica, por las salidas profesionales. "Cien por cien para las mujeres y 96 los hombres. Siempre se necesitarán ingenieros".
El curso 2017-18 empezará el 4 de septiembre
Arno Formella, el director de la Escuela de Ingeniería Aeroespacial, adelantó ayer durante la presentación del próximo curso, que empezará el 4 de septiembre, que de las cinco menciones de la carrera, los estudiantes podrán especializarse en dos los dos últimos cursos, Aeronaves y Equipos y materiales aeroespaciales.
