¿Y ahora? La oposición explora una vía sin el PP

photo_camera Jácome toma un tentempié, ayer durante el pleno. (FOTO: MIGUEL ÁNGEL)
Los críticos de DO intentarán que ante la moción de censura sobrevenida su firma pueda contar y así echar por tierra los planes del alcalde. Las interpretaciones jurídicas no auguran éxito a la operación y la pelota vuelve al tejado del PP

Nadie da un duro por una moción de censura. El PP mantiene su veto a Villarino, lo cual dificulta que en los próximos 30 días pueda haber alguna opción de gobierno alternativo. Si no le censuran, Jácome podrá gastarse los 62 millones, como así le faculta la ley tras haber vinculado a una cuestión de confianza la modificación presupuestaria. Pero no todos quieren tirar la toalla. Los críticos de DO parecen no dar por perdida la batalla y podrían buscar en los tribunales un halo de esperanza, que el PSOE no ve con malos ojos. Si el alcalde se agarra a una cuestión de confianza fallida para quedarse con el dinero del Concello en el banco, ¿por qué ellos no podrían participar en la moción de censura que este ha propiciado? Esa es la baza que exploran, para lo cual barajan solicitar informes técnicos. A priori, la condición de no adscritos y ex miembros del grupo de gobierno impide a estos cuatro exediles de DO formar parte de una moción de censura contra quien encabezaba su lista (no así votarla una vez sea presentada). Pero ahora, creen que la cuestión de confianza ha cambiado las reglas del juego, ya que la moción de censura está ligada al plan articulado por el propio alcalde. En todo caso, los precedentes no auguran éxito a una vía que, además, podría demorarse en el tiempo. Y es que si planteasen algún tipo de recurso ante la Justicia, la cosa podría durar meses. 

Según los documentos que elaboraron los técnicos de la Diputación de Toledo para un caso semejante, ante la duda trasladada por un alcalde, no ha lugar: “La mayoría legal requerida para la presentación de la indicada moción de censura ligada a una cuestión de confianza sería la misma que se exige para la presentación de cualquier otra moción de censura. Lo único que no procede es la limitación de que ningún concejal puede firmar durante su mandato más de una moción de censura, pero lo que es de aplicación el resto del contentido literal de la regulación (artículo 197. de la LOREG)”. Aplicando esto, seguiría haciendo falta una mayoría “reforzada“, como exige la ley electoral cuando “alguno de los proponentes de la moción de censura formara o haya formado parte del grupo político municipal al que pertenece el Alcalde cuya censura se propone”. En resumidas cuentas, que no contaría la firma de los críticos y se volvería a la casilla de salida: o el PP cede al menos una firma o Jácome se saldrá con su plan milimetrado desde el primer día que presentó en lote la macromodificación de 62 millones. 

Ahora, la pelota volvería al tejado de los populares mientras se pierden por el camino socios que parecían fieles. Y es que el edil de Ciudadanos, José Araújo, y el no adscrito (ex Cs) Laureano Bermejo no podrán firmar durante los próximos seis meses una moción de censura. Al haber apoyado ayer la cuestión de confianza, quedan inhabilitados para ello durante ese lapso de tiempo. Los ediles del PP sí podrían, ya que al haberse abstenido y no votado a favor se guardan en la manga esa carta. Con ella intentarán apretar a Jácome durante el próximo mes: o la oferta para volver al gobierno incluye áreas de peso o la  sombra de la moción planeará por Alcaldía. Y el PSOE está dispuesto a agitar el avispero. 

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