En la Alameda, además del gamberrismo a altas horas de la madrugada los fines de semana, se une la circustancia que allí, varias personas habituales, trapichean o consumen alcohol.
El otro punto negro en cuanto a deterioro de la ciudad se sitúa en la Alameda. En esta zona la práctica habitual del botellón durante los fines de semana se traduce en problemas graves de gamberrismo a altas horas de la mañana que se trasladan a la zona de la Plaza de Abastos, como ya han criticado los placeros, e incluso denunciado ante el Concello.
Pero es que, además, existen grupos de personas que a diario, y sin tener en cuenta al resto de usuarios de la zona -personas mayores y niños, en su mayoría-, ponen la música a todo volumen, molestando al entorno. A este hecho se une la circunstancia de que es práctica diaria por parte de estas personas el trapicheo de droga y el consumo de alcohol, incluso a plena luz del día y ante la mirada de los infantes que pocos metros más allá están disfrutando de la zona de juegos. Una circunstancia que los vecinos ya han criticado varias veces.