Al ser domingo no se encontraba nadie trabajando en las instalaciones, aunque los daños materiales son muy cuantiosos

Alarma en el valle de Monterrei tras explotar un almacén de pirotecnia

Un bombero intenta sofocar las llamas que persisten entre las ruinas del almacén. (Foto: PEPE PAZ)
Caía la calurosa tarde en el valle de Monterrei, cuando una fuerte explosión sobresaltó a toda la comarca. Había volado por los aires uno de los dos almacenes que tiene la pirotécnica Xaraiba en la parroquia de Pazos. La detonación se escuchó a varios kilómetros, como lo atestigua el propio alcalde de Verín, Juan Manuel Jiménez Morán, quien confiesa que se encontraba en las fiestas de Villaza, parroquia situada a más de 3 kilómetros del punto donde se encuentra la pirotecnica, y el estallido hizo que la orquesta que actuaba en aquel momento se callara y la gente se pusiera en alerta ante lo que había podido ocurrir.

El accidente se registró a las 21,30 horas de ayer. Uno de los dos almacenes de pólvora que al parecer posee la pirotécnica saltaba por los aires con un estruendo ensordecedor. A esta primera explosión seguirían varias más, aunque de menor intensidad.

Aunque por el momento se desconocen las causas, todo apunta al intenso calor que reinó en la comarca durante todo el día como el detonante, que pudo causar alguna reacción en la pólvora almacenada y provocar la explosión, haciendo saltar por los aires todo el edificio.

Afortunadamente el hecho ocurrió en la jornada dominical, cuando nadie estaba trabajando en la pirotécnica que, según fuentes consultadas en la zona, tiene entre 7 y 10 trabajadores habitualmente.

Los bomberos de Verín que acudieron al lugar, junto a numerosos efectivos de la Guardia Civil y de Protección Civil, trabajaron denodadamente para impedir que el fuego alcanzara al otro polvorín que hay en las inmediaciones, que también guardaba una importante cantidad de material pirotécnico.

La humareda que causó la explosión cubrió todo el valle y, al margen de las instalaciones de la pirotecnia, no se registraron otros daños, ya que la empresa está situada en una zona de monte, rodeada de pinares y sin ninguna vivienda en sus proximidades.

De su virulencia también daba cuenta el propietario de un hotel que se encuentra situado al pie de la N-525 y que, pese a estar a 1,5 kms. de distancia del lugar del accidente, confesó que temblaron los cristales y las paredes del edificio.

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