El nuevo Plan Xeral, que está desde el jueves 'bajo custodia' en el Concello, inicia todavía 'un longo camiño para a súa aprobación definitiva', según explicó ayer el alcalde, Agustín Fernández, que espera su visto bueno definitivo en 'non menos de dous anos' (final de mandato). La 'folla de ruta' que seguirá el futuro planeamiento de la ciudad será explicado el martes en junta de portavoces a los partidos de la oposición (PP, BNG y DO), avanzó el regidor.
El documento, que es hasta el momento 'confidencial', será sometido a informe técnico y jurídico en el Concello para remitirlo 'lo más pronto posible', explica la concejala de Urbanismo, Áurea Soto, a la Secretaría Xeral de Urbanismo. Este departamento de la Xunta tendrá un plazo de dos meses para emitir el informe preceptivo, pero no vinculante aunque lo lógico es que se sigan sus indicaciones puesto que es la Xunta la que debe aprobar definitivamente el Plan Xeral.
En este largo camino, el alcalde espera contar con 'consenso político' entre gobierno municipal y oposición porque 'a cidade se está a xogar moito' y porque la entrada en funcionamiento del nuevo planeamiento permitirá acabar con la situación de inseguridad jurídica que se derivó de la anulación del planeamiento de 2003, que desencadenó, además, numerosas reclamaciones patrimoniales.
Aunque no se han desvelado los detalles del documento -desde el Concello se insiste en que tiene un carácter 'reservado' para evitar filtraciones que puedan favorecer especulaciones urbanísticas y el alcalde dijo no conocerlo en profundidad-, el documento de inicio ya fundamentaba que el nuevo Plan Xeral tendrá una capacidad de crecimiento de no más de 20.000 viviendas y se basará en la sostenibilidad. Recogerá, asimismo, proyectos considerados estratégicos para la ciudad como la integración del AVE, la Ronda Bulevar, el desarrollo termal y las áreas industriales, entre otros.
En este largo camino, el alcalde espera contar con 'consenso político' entre gobierno municipal y oposición porque 'a cidade se está a xogar moito' y porque la entrada en funcionamiento del nuevo planeamiento permitirá acabar con la situación de inseguridad jurídica que se derivó de la anulación del planeamiento de 2003, que desencadenó, además, numerosas reclamaciones patrimoniales.
Aunque no se han desvelado los detalles del documento -desde el Concello se insiste en que tiene un carácter 'reservado' para evitar filtraciones que puedan favorecer especulaciones urbanísticas y el alcalde dijo no conocerlo en profundidad-, el documento de inicio ya fundamentaba que el nuevo Plan Xeral tendrá una capacidad de crecimiento de no más de 20.000 viviendas y se basará en la sostenibilidad. Recogerá, asimismo, proyectos considerados estratégicos para la ciudad como la integración del AVE, la Ronda Bulevar, el desarrollo termal y las áreas industriales, entre otros.
