Jesús Vázquez se reúne con el arquitecto autor del anteproyecto al que se oponen los vendedores
El alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, está dispuesto a limar asperezas con los comerciantes de la plaza de abastos "y buscar una solución que cause los perjuicios menores posibles". Es más, hoy mismo se prevén contactos con los representantes del mercado para conocer en detalle qué aspectos del proyecto de rehabilitación no son de su agrado. Así lo confirmó ayer el regidor después de que los placeros y sus representantes hayan afirmado que no conocen el proyecto de remodelación del edificio principal del mercado de abastos y para el que se ha programado una inversión de 5,5 millones de euros, de los que 3,6 son aportados por el Ministerio de Fomento. Ayer mismo, en estas mismas páginas el presidente de los comerciantes, Emilio González, mostró su disgusto con la propuesta de intervención seleccionada.
Alfredo Freixedo, autor del anteproyecto, mantendrá un encuentro con el alcalde y representantes del gobierno local, tal y como adelantó ayer Vázquez, y en el que se pretende poner luz sobre algunas dudas expresadas por los comerciantes. El alcalde confirmó que el anteproyecto redactado por el arquitecto ya en el año 2009 y rescatado por el anterior gobierno municipal para optar a la subvención de Fomento, contempla el vaciado total del interior del edificio principal, con lo que se eliminarían los puestos de venta tal y como ahora se conocen para quedar integrados en una estructura diáfana. Vázquez también confirma que en la parte posterior del edificio iría un supermercado con una superficie aproximada de 1.600 metros cuadrados.
En la planta principal quedaría una de las salas de ventas actuales, pero con otro tipo de puestos, mientras que en la última planta quedarían 550 metros cuadrados en los que primaría la opción de ocio, con restaurante y cafeterías, con una terraza saliente hacia la facha que da a As Burgas y con una superficie acristalada.
La reunión de hoy y las posteriores que pueda haber sobre este asunto se consideran vitales porque el anteproyecto actual se tendrá que convertir en proyecto de ejecución definitivo en el plazo máximo de dos meses para que la subvención comprometida por Fomento no corra peligro.
