La madre del empresario Ignacio Palomanes estuvo ayer más acompañada que nunca. A la compañía de uno de sus hijos, que entró en el castillo de Maceda el miércoles y que desde entonces vive con ella en la fortaleza, se le sumó ayer un nuevo inquilino. Otro de sus progenitores pudo acceder al castillo, ante la mirada y permisividad del alcalde, Xabier Oviedo, para comer con sus familiares. El regidor augura que será la última semana de encierro, pues confía en que se dicte la orden de desalojo.
Del candado a la cordialidad. El tránsito hacia el interior del castillo de Maceda ya no es misión imposible para los familiares de Celsa Rodríguez, la madre del empresario Ignacio Palomanes que lleva de encierro voluntario en la fortaleza desde el pasado 12 de octubre. Aunque su primera visita desde esa fecha (uno de sus hijos, que se ha quedado en el interior del edificio para hacerle compañía) se la debe a un descuido de los vigilantes, ayer pudo disfrutar de la compañía de otro de sus progenitores en lo que fue una entrada permitida.
El hermano del concesionario del castillo se presentó en el exterior de la fortaleza en torno a la una del mediodía y accedió al edificio ante la mirada y la permisividad del regidor municipal, Xabier Oviedo, que en esos momentos se encontraba en el lugar. Este hecho permitió al nuevo inquilino comer con su madre y su hermano. Permaneció en el interior del castillo durante aproximadamente dos horas y después abandonó el recinto.
La fortaleza de Maceda sigue custodiada día y noche por agentes de la Policía Local, pero el alcalde ha optado por levantar un poco la guardia. Según explicó ayer el nacionalista, no puso reparos a la entrada de este nuevo hermano de Ignacio Palomanes y le restó relevancia porque, alega, se trataba de una entrada puntual y porque, según explica, esta será la ultima semana de encierro en el castillo, confiado de que el juzgado de respuesta a la orden de desalojo.
Esta actitud contrastra con la de tan sólo unos días, en la que el regidor ordenó la colocación de un cadena con candado en la puerta para obstaculizar la entrada a la fortaleza y que tuvo que retirar posteriormente por orden de la Guardia Civil. Palomanes incide en que mellor que as visitas sería que lle devolvera a electricidade e a auga.
El hermano del concesionario del castillo se presentó en el exterior de la fortaleza en torno a la una del mediodía y accedió al edificio ante la mirada y la permisividad del regidor municipal, Xabier Oviedo, que en esos momentos se encontraba en el lugar. Este hecho permitió al nuevo inquilino comer con su madre y su hermano. Permaneció en el interior del castillo durante aproximadamente dos horas y después abandonó el recinto.
La fortaleza de Maceda sigue custodiada día y noche por agentes de la Policía Local, pero el alcalde ha optado por levantar un poco la guardia. Según explicó ayer el nacionalista, no puso reparos a la entrada de este nuevo hermano de Ignacio Palomanes y le restó relevancia porque, alega, se trataba de una entrada puntual y porque, según explica, esta será la ultima semana de encierro en el castillo, confiado de que el juzgado de respuesta a la orden de desalojo.
Esta actitud contrastra con la de tan sólo unos días, en la que el regidor ordenó la colocación de un cadena con candado en la puerta para obstaculizar la entrada a la fortaleza y que tuvo que retirar posteriormente por orden de la Guardia Civil. Palomanes incide en que mellor que as visitas sería que lle devolvera a electricidade e a auga.
