Los regidores lusos de la Comunidade Intermunicipal do Alto-Minho, que integran las cámaras municipales de Arcos de Valdévez, Caminha, Melgaço, Monção, Paredes de Coura, Ponte da Barca, Ponte do Lima, Valença, Viana do Castelo y Vila Nova de Cerveira, celebraron ayer una reunión en la que analizaron la posibilidad de que la toxicidad de las aguas del embalse de As Conchas por cianobacterias contamine al embalse de Lindoso, en donde se hacen captaciones de agua potable para abastecer a la población.
En el encuentro se puso sobre la mesa la falta de información oficial sobre la grave situación de contaminación, por lo que decidieron enviar un escrito al Ministerio portugués de Medio Ambiente para que adopte medidas preventivas en la mayor brevedad de tiempo posible.
La reunión estuvo dominada por el desconcierto de los alcaldes ante lo que puede convertirse en un grave problema para la salud de los habitantes de estos municipios.
Las miradas estuvieron puestas también en la empresa responsable de las captaciones de agua, Águas do Noroeste, que en estos momentos está en proceso de privatización por mandato de la UE ante el reciente rescate financiero del país luso, pero que declinó ofrecer una respuesta.
Hasta el momento, los municipios lusos afectados se limitan a realizar analíticas periódicas sobre la calidad de las aguas, cuyos resultados no han dado positivo en toxicidad por cianobacterias. Tras la reunión, los alcaldes evitaron señalar a los culpables del problema y exigieron coordinación entre ambos países, aunque son conscientes de que un tratado hispano-luso firmado en 1998 deposita la responsabilidad del mantenimiento de la calidad de las aguas en el Estado donde se sitúe la cabeza del río. Asimismo, valoraron la decisión de la Confedración Hidrográfica del Miño-Sil de llevar a cabo una recogida de las algas en próximos días.
El alcalde de Ponte de Lima, Vítor Mendes, avanzó que se reunirá con el secretario de Estado de Medio Rural y Agua, que tenía previsto realizar una vista institucional a este municipio el día 27 de agosto.
La reunión estuvo dominada por el desconcierto de los alcaldes ante lo que puede convertirse en un grave problema para la salud de los habitantes de estos municipios.
Las miradas estuvieron puestas también en la empresa responsable de las captaciones de agua, Águas do Noroeste, que en estos momentos está en proceso de privatización por mandato de la UE ante el reciente rescate financiero del país luso, pero que declinó ofrecer una respuesta.
Hasta el momento, los municipios lusos afectados se limitan a realizar analíticas periódicas sobre la calidad de las aguas, cuyos resultados no han dado positivo en toxicidad por cianobacterias. Tras la reunión, los alcaldes evitaron señalar a los culpables del problema y exigieron coordinación entre ambos países, aunque son conscientes de que un tratado hispano-luso firmado en 1998 deposita la responsabilidad del mantenimiento de la calidad de las aguas en el Estado donde se sitúe la cabeza del río. Asimismo, valoraron la decisión de la Confedración Hidrográfica del Miño-Sil de llevar a cabo una recogida de las algas en próximos días.
El alcalde de Ponte de Lima, Vítor Mendes, avanzó que se reunirá con el secretario de Estado de Medio Rural y Agua, que tenía previsto realizar una vista institucional a este municipio el día 27 de agosto.
