Los accidentes de tráfico en la provincia de Ourense aumentaron el pasado año un 7,9%, con una media de siete al día, aunque los fallecidos son los mismos que en 2020 (un año con la movilidad muy reducida debido al confinamiento) y no más con respecto a 2019. Además de las 12 personas que perdieron la vida en carreteras interurbanas (nueve de ellos) y urbanas (tres), hubo 48 heridos graves y 340 leves, menos que en el año anterior (incluidos los siniestros comunicados desde las policías locales).
Desde la Jefatura Provincia del Tráfico, su responsable, David Llorente, muestra su preocupación por las vidas humanas que se cobró la carretera pero también pone en valor que “en heridos graves es el mejor dato desde que hay registros”.
Pero a Llorente, al igual que al Subsector de Tráfico de la Guardia Civil, le preocupa la elevada incidencia de los accidentes que ocasiona la irrupción de animales en las calzadas: 1.510 de los 2.715, es decir, el 56% de los percances son por causas ajenas a los conductores, quienes se ven sorprendidos por la presencia de animales en las calzadas.
El dato más positivo del balance anual es la ausencia de puntos negros (lugar de menos de 100 metros de longitud con más de tres siniestros con víctimas en un año). Tráfico da por erradicada la siniestralidad en la N-525 entre Ourense y Cambeo con la instalación del radar de tramo y también se redujeron los siniestros entre Ourense y Os Peares, en la N-120.
En cuanto a las víctimas mortales, tres perdieron la vida en un tractor, dos fueron motoristas y se registraron dos atropellos (uno en Vilariño de Conso y otro en Xinzo de Limia). Además, dos de los cinco fallecidos no hacían uso del cinturón de seguridad.
Los responsables de la seguridad viaria en Ourense hacen una llamada de atención ante el peligro que entraña la conducción bajo los efectos del alcohol. En tres de los accidentes mortales, aparece entre las causas: el siniestro ocurrido en la N-532 en Verín el 16 de enero, en el que también aparece la velocidad inadecuada y la conducción desatenta; en una colisión en la OU-902, a su paso por O Irixo, así como en el atropello de Xinzo el 11 de agosto. La velocidad inadecuada influyó en cuatro de ellos y la conducción desatenta, en dos.
En cuanto a la tipología, las salidas de vía con posterior vuelco, despeñamiento o choque contra obstáculos se incluye en la mayor parte de los atestados de 2021.
La media de edad de los fallecidos se situó en los 58 años: el mayor tenía 96 (una salida de vía en la N-525 en Allariz) y el más joven, un motorista de 28 que falleció en la avenida Otero Pedrayo de la ciudad.
Hubo más víctimas de tráfico en A Coruña que en todo el País Vasco
Galicia es la sexta comunidad autónoma con más víctimas en accidentes viales a nivel estatal. Las cifras de la Dirección General de Tráfico recogen que este año 78 personas perdieron la vida en las carreteras gallegas. Es una cifra elevada: murió más gente en la provincia coruñesa que en todo el País Vasco.
Y es que la siniestralidad despunta sobre todo en A Coruña, donde hubo 870 accidentes con víctimas y 34 muertos, y en Pontevedra, con 869 siniestros y 21 fallecidos. A la cola se sitúa Lugo, con 261 accidentes con víctimas y 11 muertos y, por último, Ourense, que presenta los índices más bajos de siniestralidad de Galicia.
En la mayoría de las comunidades las víctimas aumentaron y Galicia no fue menos. El pasado 2021 perdieron la vida nueve personas más que en 2020. La mayoría -57 de 78- eran hombres y las 21 restantes mujeres.
La DGT también señala que 307 personas resultaron heridas graves en las carreteras, un 14% del total de las implicadas en los siniestros.
En cuanto al tipo de vehículo, los turismos son los que registran más incidencias: este 2021 fueron 42. Le siguen los accidentes de moto, con 13 víctimas y los peatones que, sobre todo por atropello, 12 perdieron la vida.
