En la ciudad, los peores efectos se dejaron notar en el barrio de Bobadela, en O Pino, donde unas obras inconclusas contribuyeron a la formación de barro que afectó a numerosas viviendas

La alerta roja deja bajos anegados y árboles caídos

El parque Miño, inundado. (Foto: Marcos Atrio)
El primer temporal del otoño sembró su rastro por el sur de Galicia en forma de inundaciones en garajes, carreteras encharcadas, árboles caídos en calzadas y rachas de viento que en algunos casos superaron los 120 kilómetros de hora.
Poco después del mediodía, la Dirección xeral de Emerxencias de la Xunta de Galicia variaba sus previsiones y alertaba de un episodio de meteorología adversa de nivel rojo por lluvias en las zonas noroeste, Miño y sur de la provincia de Ourense, así como en el interior de la provincia de Pontevedra. En el caso de la sierra del Xurés, el viento alcanzó los 128 kilómetros por hora, en la sierra do Eixe los 122 y en la estación invernal de Manzaneda los 124. En este punto, según informaron desde Meteogalicia, se registraron 101 litros por metro cuadrado de lluvia acumulada.

En la ciudad de Ourense, los bomberos tuvieron un día de salidas continuas. Al menos en dos ocasiones lo hicieron para intervenir sobre la IV Maratón del Miño, cuando el viento afecto a una pancarta primero, en el entorno de la Diputación provincial, en la calle Progreso, y a una de las grandes carpas instaladas junto al Puente Romano después. Precisamente los puentes de la ciudad constituyeron puntos de actuación preferente, ya que la acumulación de agua en los puentes del Ribeiriño y Novo atascaron las alcantarillas del desagüe.

Las rachas de viento fueron un dolor de cabeza constante para los paneles informativos, que se desprendieron en numerosos puntos de la ciudad. En la calle D, en las proximidades de la estación de autobuses, uno de ellos se precipitó sobre varios vehículos aparcados en su perímetro. En la calle Bedoya, los bomberos actuaron para evitar la caída de otro letrero. Los árboles sobre las vías los llevaron hasta Vicente Viqueira, O Vinteún y Pereiro de Aguiar. La Policía Local detalló intervenciones en garajes inundados en la zona de Peña Trevinca, a lo que se sumó la retirada de un árbol en la N-120, a la salida de la ciudad hacia Monforte. A esta vía fueron también a parar algunas de las carpas de la terraza del centro comercial de Pontevella. La retirada de árboles de las carreteras fue una tónica dominante no sólo en la ciudad, sino también en su anillo de influencia. Así, hubo que intervenir puntualmente en parroquias de Toén o Barbadás.

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