Almudena Alberca: "Hace 20 o 30 años, las mujeres ni soñaban con ser enólogas, eso está cambiando"

Almudena Alberca descubrió “de mayor” que le gustaba el mundo del vino, y esa pasión la llevó a convertirse en una de las personas que más sabe del sector en el país. Así lo acredita el reconocimiento de Master of Wine, con el que la institución británica The Institute of Masters of Wine reconoce la excelencia y el conocimiento profesional. Ella es la única mujer que ha conseguido este título en España, y estos días visita Ourense para participar en la semana de la D.O. Ribeiro. Usted es la única mujer española que consiguió el título de Master of Wine, ¿está el sector vitivinícola dominado por hombres? En general sí que hay más presencia masculina que femenina. Paulatinamente la mujer va adquiriendo más posiciones, pero a día de hoy todavía tiene pocos puestos de mucha responsabilidad, espero que poco a poco vaya adquiriendo más protagonismo. Hace 20 o 30 años las mujeres ni soñaban con ser enólogas, y eso está cambiando, hoy la mujer sueña con ser lo que quiera ser. ¿A usted le costó más por ser mujer? No. En general he trabajado en empresas bastante modernas, que me han dado oportunidades. Nunca he querido verlo como una dificultad extra, siempre he tenido puestos de responsabilidad desde muy joven, entonces no sabía si era mi juventud o que era mujer. Siempre lo he achacado más a que, en algunas ocasiones, por mi juventud no se me valoraba igual, o que no se pensaba que pudiera tener esa madurez laboral. ¿Cómo se llega a ser Master of Wine? Yo soy licenciada en Enología e Ingeniería Técnica Agrícola de Alimentos, y especialista en viticultura. Mientras estudiaba Enología, hice los cursos del nivel 2 y 3 de la Wine and Spirit Education Trust, enfocados en cata de vinos y vinos internacionales. Mi experiencia en el mundo del vino, trabajando en bodegas, más la formación que ya tenía, me dieron acceso a poder ser candidata de estudiante del Master of Wine. Tiene una base teórica bastante potente, tienes que estudiar mucho de enología, viticultura o marketing. Las pruebas son muy exigentes, son tres exámenes de cata de vinos a ciegas, de 12 vinos cada una. Para prepararlo se necesita mucha cata, mucha formación, conocer y viajar a las zonas de producción y entenderlas de manera global. ¿Qué piensa de los vinos ourensanos? Son cuatro denominaciones de origen con muchísima personalidad, cada una completamente diferente en cuanto a variedades, orografía y clima. La provincia es realmente maravillosa, me encanta. Adoro el Ribeiro, es una de mis zonas favoritas, donde me encantaría hacer un vino por la riqueza multivarietal que te puedes encontrar. Yo trabajo con la gente de Valdeorras, tenemos un proyecto con un vino que se llama Aeronauta, es una zona súper especial, con unas variedades autóctonas e indígenas únicas. Monterrei también lo he conocido de cerca en mi etapa anterior, y Ribeira Sacra es excepcional. “Las D.O. ourensanas tienen muchísima personalidad” ¿Están de moda los vinos ourensanos y gallegos? Ahora sí que hay más tendencia de vinos más ligeros y más complejos, pero yo creo que Galicia y Ourense no es que sean populares ahora, es que son zonas de vinos con mucha tradición e historia, donde siempre se han elaborado vinos y siempre han tenido un papel y una personalidad muy importantes, que traspasan cualquier moda, son atemporales. Luego la técnica evoluciona y se pueden hacer cosas nuevas, pero las bases ya estaban puestas. ¿Qué supone para ti el vino? Es mi vida. Me encanta mi trabajo, no lo veo como ir a trabajar, sino que voy a disfrutar. En mi tiempo de ocio voy a visitar zonas de vino o bodegas, me gusta tanto que está en todos los aspectos de mi vida, entonces básicamente todo gira en torno a eso, no soy una persona obsesionada con el trabajo, pero los disfruto muchísimo. ¿Es un sector elitista? No creo que sea elitista, el vino siempre ha sido una fuente de alimentos y calorías, mi abuelo tenía su viña y hacía su vino, que era parte de su sustento. El azúcar que contenía el vino era parte de la ingesta diaria de calorías para sobrevivir, era moneda y medio de pago del trabajo. Siempre ha sido muy popular, otra cosa es que en algún momento, cuando se ha ido elaborando vino de mayor calidad, culturalmente ha habido una separación de la población del consumo de vino, y quizás se haya visto alejada de él. Hay vinos que son muy de élite o de lujo, pero hay cantidad de vinos populares para disfrutar en cualquier momento. No creo que el vino sea más elitista que un Gin-Tonic, porque son complicadísimos de entender, y el precio es más elitista también. ¿Cuáles son los retos a futuro? El cambio climático es algo que realmente nos va a marcar. Creemos que las temperaturas medias anuales van a ser más elevadas, vamos a tener las mismas precipitaciones, pero deslocalizadas de las épocas que estábamos acostumbrados. Eso va a ir generando muchos retos, y para ser capaces de afrontarlo tendremos que enfocarnos en la sostenibilidad, los cultivos orgánicos y ecológicos y el cuidado del medio ambiente. España tiene otro reto que es posicionarse dentro del sector como uno de los grandes productores de vino de calidad, para ser más reconocidos. Una persona tan relacionada con el vino, ¿qué toma en sus momentos de ocio? Champán. Me encanta, es un vino realmente, pero un vino de otro estilo. Es mi bebida favorita de recepción para cualquier festejo. En las zonas productoras de espumosos lo consumen a diario, con todas las comidas.