La huelga educativa convocada ayer a nivel nacional para protestar contra la aprobación de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), la llamada 'ley Wert', no sólo paralizó en gran medida la actividad docente en las aulas sino que sacó a centenares de personas a las calles de la ciudad y las principales villas, no sólo vinculadas al ámbito estudiantil.
En los porcentajes de seguimiento, como siempre, hubo discrepancias. Un 36% del profesorado de los centros públicos y un 5,5% en los privados, según los datos de Educación, secundó la movilización, mientras que los sindicatos hablan de cerca de un 65% de docentes ausentes de sus respectivos puestos de trabajo en la enseñanza pública y en torno a un 30% en centros privados. En cuanto al alumnado participante, la consellería declinó ofrecer datos, asegurando que las ausencias de los estudiantes 'se pueden deber también a otros motivos', mientras que los sindicatos hablan de más de un 90% de pupitres vacíos. Hasta el punto en que, según CCOO Ensino, quedaron algunos centros sin actividad : Maceda, Muíños o Boborás.
Sin que se registrasen incidentes en ninguno de los piquetes , la protesta de los estudiantes, asociaciones de padres y profesores se concentró en la ciudad en dos manifestaciones independientes. La primera de ellas, convocada por la CIG, la Liga Estudiantil Galega y Estudantes Sen Futuro, reunió por la mañana a cientos de personas, mayoritariamente estudiantes, que recorrieron las calles Concello, Juan XXIII, Concordia y Paseo, hasta la lectura de un manifiesto frente a la Subdelegación del Gobierno, donde se clamó contra una ley a la que tachan de 'elitista, centralista, que regresa a la reválida, que favorece a la enseñanza concertada y que prevé que los concellos tengan que ceder terrenos gratuitamente a empresas para la construcción de centros privados'.
La segunda marcha estuvo convocada por la Plataforma en Defensa do Ensino Público, integrada, entre otros, por CCOO y UGT, con una destacada afluencia de profesores y también representantes de la clase política, que atravesaron Bedoya, Ramón Cabanillas, la avenida de La Habana, Curros Enríquez y terminaron con otro manifiesto frente a la Subdelegación.
El entorno del Campus también albergó varios actos reivindicativos protagonizados por el grupo de alumnos que estuvieron varias noches pernoctando en el Edificio de Ferro, entre ellos piquetes y cadenas humanas. Estos estudiantes participaron en ambas marchas, en las que simbolizaron la muerte de la educación con un ataúd.
La provincia fue también testigo de las movilizaciones. Profesores y alumnos del IES Aquis Querquennis de Bande expresaron su protesta con un corte simbólico de la OU-540 a su paso por la capitalidad de la Baixa Limia, mientras el respaldo a la huelga fue mayoritario entre el alumnado del IES Celanova Celso Emilio Ferreiro y en O Barco, 250 personas secundaron la marcha de protesta.
Sin que se registrasen incidentes en ninguno de los piquetes , la protesta de los estudiantes, asociaciones de padres y profesores se concentró en la ciudad en dos manifestaciones independientes. La primera de ellas, convocada por la CIG, la Liga Estudiantil Galega y Estudantes Sen Futuro, reunió por la mañana a cientos de personas, mayoritariamente estudiantes, que recorrieron las calles Concello, Juan XXIII, Concordia y Paseo, hasta la lectura de un manifiesto frente a la Subdelegación del Gobierno, donde se clamó contra una ley a la que tachan de 'elitista, centralista, que regresa a la reválida, que favorece a la enseñanza concertada y que prevé que los concellos tengan que ceder terrenos gratuitamente a empresas para la construcción de centros privados'.
La segunda marcha estuvo convocada por la Plataforma en Defensa do Ensino Público, integrada, entre otros, por CCOO y UGT, con una destacada afluencia de profesores y también representantes de la clase política, que atravesaron Bedoya, Ramón Cabanillas, la avenida de La Habana, Curros Enríquez y terminaron con otro manifiesto frente a la Subdelegación.
El entorno del Campus también albergó varios actos reivindicativos protagonizados por el grupo de alumnos que estuvieron varias noches pernoctando en el Edificio de Ferro, entre ellos piquetes y cadenas humanas. Estos estudiantes participaron en ambas marchas, en las que simbolizaron la muerte de la educación con un ataúd.
La provincia fue también testigo de las movilizaciones. Profesores y alumnos del IES Aquis Querquennis de Bande expresaron su protesta con un corte simbólico de la OU-540 a su paso por la capitalidad de la Baixa Limia, mientras el respaldo a la huelga fue mayoritario entre el alumnado del IES Celanova Celso Emilio Ferreiro y en O Barco, 250 personas secundaron la marcha de protesta.
