La provincia amanecía el domingo 8 de marzo de 2020, hace hoy un año, sumida en la normalidad. Las calles se llenaron con las manifestaciones feministas del 8M, hubo eventos deportivos, sociales, culturales, las familias se juntaron para comer, los grupos de amigos se reunieron... No fue hasta última hora de la tarde, tras conocerse el positivo de una profesora del colegio Salesianos de la ciudad, cuando muchos ourensanos se acordaron del coronavirus.
Aquellos días, el virus era casi un rumor lejano, aunque en España ya se contaban por cientos los casos confirmados, e Italia comenzaba a lanzar mensajes de alarma. En apenas una semana, la normalidad se esfumó, y todavía se la espera.
Una semana
Al día siguiente de conocerse el contagio de la docente, Sanidade confirmaba el diagnóstico, ya que en aquel momento las muestras positivas debían viajar al Centro Nacional de Epidemiología de Madrid, donde se confirmaba la infección de los pacientes.
La Xunta valoró el caso, y consideró que no había riesgo para la comunidad educativa del centro, por lo que las clases continuaron con normalidad, aunque parte del alumnado prefirió ausentarse por prevención. Al día siguiente, el Gobierno central comenzaba a limitar los eventos sociales (aunque a mil personas) y deportivos, que pasaron a realizarse a puerta cerrada.
El miércoles, las imágenes de estantes vacíos en los supermercados de otros puntos del país comenzaban a saturar los guasaps ourensanos. Ese mismo día se confirmaron al menos tres contagios más en la provincia, que comenzaba a preocuparse: la OMS acababa de declarar "pandemia" al coronavirus.
El jueves, la Xunta decretaba el cierre preventivo de toda la actividad lectiva durante, al menos, quince días. En la provincia, en aquel momento, ya había positivos en más centros educativos, tanto de la ciudad como de otros puntos de la provincia. Los estantes de los supermercados ourensanos, entonces, también comenzaron a vaciarse, tanto de alimentos (huevos, leche, pastas, arroces), como de utensilios de higiene (alcohol, jabón, desinfectante o papel higiénico). El viernes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decretó el estado de alarma en el país y recomendó a la ciudadanía quedarse en casa. Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta, ordenó el cierre de todos los negocios, salvo los de primera necesidad.
Al día siguiente, Sánchez dio un paso más y decretó el confinamiento domiciliario durante dos semanas, que se ampliarían a casi dos meses. La Región tituló en su portada el domingo 15 de marzo "Prohibido salir de casa", una frase que entonces todavía sonaba a película de ciencia ficción para los ourensanos.
