Dos años y medio por el atropello mortal en la carretera de A Granxa

El inculpado, cuando ocurrió el accidente que le costó la vida a una vecina de 84 años, tenía el carné suspendido.

El Juzgado de lo Penal 2 condenó ayer a dos años y medio de prisión a Felipe García González, el conductor que se vio implicado en noviembre de 2014 en un atropello mortal en la carretera de A Granxa y se dio a la fuga porque, según dijo tras pasar a disposición judicial, pensó que había arrollado a un jabalí. 

El inculpado, cuando ocurrió el accidente que le costó la vida a una vecina de 84 años, tenía el carné suspendido. Por esta razón, fue condenado a 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad por conducción sin licencia o permiso y por conducción temeraria, con la agravante de reincidencia, en concurso con un homicidio imprudente, a dos años y medios de prisión y a cuatro de privación del carné (deberá obtenerlo de nuevo).

Los hechos que ayer se saldaron con una conformidad entre el inculpado y la fiscal sucediron a las 21,20 horas del 30 de noviembre de 2014 en un tramo  ascedente de la carretera de A Granxa, con una curva señalizada a la derecha, cuya velocidad estaba limitada a 40 kilómetros.

El acusado perdió el control del coche por exceso de velocidad, tal como determinó el equipo de atestado de la Policía Local. Esta circunstancia provocó que se saliese de su trayectoria e invadiera el carril contrario, por donde caminaba Ana C.M. La víctima pereció en el acto al ser alcanzada a la altura de las piernas e impactar su cabeza con el parabrisas del coche, lo que hizo que saliese despedida 14,85 metros, cayendo sobre la acera.

La fiscal considera que el conductor sí sabía que había arrollado a una persona porque para poder proseguir su ruta tuvo que sacar la cabeza por la ventanilla "al no tener visibilidad suficiente por el cristal delantero debido al impacto". La acusación también sostuvo que el inculpado había ingerido bebidas alcohólicas que mermaban sus facultades físicas y psíquicas.

Antecedentes

Asimismo, García González  había sido condenado el 18 de noviembre de 2014 a la privación del permiso por 10 meses por un delito contra la seguridad del tráfico por conducción temeraria. La extinción de esa sentencia no concluía hasta el 13 de septiembre de 2015 por lo que, cuando ocurrió el accidente, no podía conducir. 
 

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