La Audiencia provincial acoge desla vista oral por la muerte violenta de una prostituta en Maside

Antonio Gali se enfrenta a un jurado popular que podría condenarlo por su tercer asesinato

La Audiencia provincial acoge desde hoy el juicio contra Antonio Gali Balaguer, principal sospechoso de causar la muerte, en noviembre de 2005, a una prostituta a la que habría recogido en la Alameda de Ourense, y cuyo cuerpo habría arrojado posteriormente a una cuneta de Listanco, en el concello de Maside. El acusado, que acumula ya dos condenas por asesinato, se enfrenta a un jurado popular. La fiscal reclama para él 15 años de cárcel por un delito de homicidio; la acusación particular habla de asesinato.
Antonio Gali Balaguer tiene 58 años y un pasado coloreado de sangre. De hecho, acumula dos condenas por asesinato. Si hay o no una tercera, pasará en alguna medida por el jurado popular que debe pronunciarse sobre su responsabilidad en la muerte violenta de una prostituta en noviembre de 2005, en la localidad de Maside. Esta mañana arranca la vista oral. A primera hora, se designarán nueve personas, de entre las 21 preseleccionadas, para conformar el jurado. El tribunal de la sala penal de la Audiencia provincial verá pasar, previsiblemente en sesión de mañana y tarde, a nueve testigos, otros tantos peritos, además del acusado.

El Ministerio Fiscal defenderá una condena por homicidio, asociada a una pena de 15 años de prisión. La acusación particular eleva la imputación de homicidio a asesinato, y la pena de 15 a 20 años. Ambas acusaciones tratarán de acreditar que el 21 de noviembre de 2005, Gali Balaguer conducía un vehículo por la Alameda de Ourense. Eran las dos de la madrugada. Se detuvo en las inmediaciones del párking. Reclamó la atención de Aurora da C.B. y la invitó a subir al coche, según la calificación del Ministerio Público. La mujer aceptó. Había cumplido 58 años. Lo siguiente que se supo de ella es que estaba muerta en una cuneta de Listanco (Maside). Alguien la había asfixiado.

Fuentes de la investigación que completó la fase de instrucción señalan la relevancia del testimonio de las compañeras de la joven fallecida, ya que podrían contribuir a situar al acusado en el entorno de la Alameda, contactando con la víctima el día que ésta fue vista por última vez con vida. En relación a las pruebas periciales practicadas, la autopsia está llamada a resultar decisiva para establecer la relación del acusado con el cadáver, pues sobre éste se habrían recogido restos de ADN de Antonio Gali Balaguer.

El letrado de la defensa solicitará en primera instancia la libre absolución, aunque sin cerrar la puerta a admitir la alternativa del homicidio imprudente, admisible cuando es posible demostrar que el acusado no tuvo en ningún momento intención de matar a su víctima.

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