Antonio Piña: "La Pokemon no fue una buena operación para la justicia gallega"

La agenda de juicios penales de la Audiencia provincial, el órgano jurisdiccional más importante de la provincia, se inaugura este lunes con una macrocausa: la operación Aleta por supuestas estafas a compañías aseguradoras de vehículos. El sumario entra en sala 12 años después del comienzo de la instrucción. El presidente de la Audiencia analiza el comienzo del nuevo curso judicial y los atascos de una justicia más lenta de lo deseable, aunque, según él, en Ourense todo está bien. Arranca el nuevo curso judicial con más de 13.000 asuntos pendientes. ¿Una “matrícula” excesiva? Todo lo pendiente es un exceso pero los números que tenemos son muy razonable en relación con las medias nacional y gallega. La jurisdicción civil es la más recargada porque hay muchos procedimientos relacionados con el derecho bancario o reclamaciones de consumidores. El resto tiene tiempos de respuesta muy adecuados. En el ámbito penal, está pendiente la muerte violenta en la comisaría en 2016 y el lunes se juzga en su “casa” la operación Aleta, 12 años después del comienzo de la instrucción. No son buenos ejemplos de una justicia ágil… Cierto, pero hay que ir viendo el día a día. En muy pocos casos se aplican en Ourense la reducción de pena por dilaciones indebidas. Esos dos son ejemplos de investigaciones complejas que la ley ha tratado de resolver. En la operación Aleta hubo discusiones de competencia y, en cuanto al asesinato de la comisaría, la Audiencia ya ha dicho en numerosas ocasiones que la instrucción debe terminar. Se han practicado numerosísimas diligencias y se está pendiente de resultados de proveedores de servicios americanos. Las leyes están para cumplirse y los plazos de instrucción, también. Sigo: la famosa Pokemon de Lugo, enquistada con 30 piezas abiertas 10 años después. ¿Nos reímos para no llorar? No se ha llevado aquí, y está claro que para la justicia gallega no ha sido una buena operación. Diez años en fase instrucción no es una buena opción. Por eso se ha modificado la ley para que las instrucciones no se alarguen y no se acumulen procedimientos. Mogollón de afectados con la etiqueta de imputado durante una década desquicia al más paciente. ¿No cree? Vemos dos o tres casos en concreto pero eso no ocurre en el día a día de nuestros juzgados. En el caso de la comisaría, las dilaciones se deben a que se han practicado muchísimas diligencias y algunas exigen un tiempo, pero hay pocas paralizaciones. Los tiempos han mejorado. Pues vamos con las causas sencillas, como una reclamación de gastos hipotecarios: dos años para una sentencia firme En esa materia, el CGPJ acordó, en un primer momento, acumular todos los casos en un mismo juzgado y eso lo desbordó, pero ahora ya están distribuidas por otros. Entraron muchísimas demandas, pero hay que decirlo: muchas creadas artificialmente por los grandes despachos que persiguen más las costas que el principal. En la etapa 2021-2022, la Audiencia de Ourense tuvo muchos juicios por agresiones sexuales, pero fue el tribunal gallego que menos condenó (un 25% de los casos). ¿Qué ocurre? Nunca me han preocupado las condenas ni las absoluciones. No es un dato que deba tener en cuenta un juez, sino que hay que mirar si la sentencia es correcta o no. Y lo importante es ver cuántas revocaciones de sentencias hay por parte del TSXG o el Supremo, en casación. Las nuestras vienen confirmadas y eso demuestra que son correctas. Se trabaja bien. ¿Cree que con la ley del solo sí es sí (la ley orgánica de garantía integral de libertad sexual) habrá más casos judicializados? Es bueno que cuando alguien pasa por un hecho de ese tipo lo denuncie. Solo de esta forma se puede combatir esa lacra. No supone un cambio en cómo estábamos trabajando. Es positivo y es importante que la mujer decida en cada momento la conducta que quiere desarrollar. Y cuando alguien se excede, debe tener una sanción penal. Denuncias hay, pero no condenas… La sensación que tengo es que condenamos mucho en esta Audiencia. Y cuando no es así, detrás hay una deliberación larga, un análisis muy detallado de toda la prueba y una sentencia motivada. En la carrera judicial gallega las mujeres representan el 59,1%, pero en Ourense nunca hubo decana ni presidenta de Audiencia pese a que lo intentaron. ¿El techo de cristal es más alto que en otros lugares? Son circunstancias coyunturales. En el decanato, es una elección entre los propios compañeros y en la Audiencia, al tratarse de una reelección, es complicado un cambio salvo que concurran causas excepcionales, y no era el caso. Iago Tabarés, parlamentario del BNG, ha urgido recientemente tres juzgados (penal, instancia y uno especializado en violencia contra la mujer). ¿Tan mal estamos? Estoy de acuerdo en que se creen juzgados, vaya por delante, pero para pedir con suficiencia y argumentos hay que tener en cuentas las estadísticas. Los juzgados de lo penal están en el módulo de entrada adecuado y ya no es necesario el refuerzo, tal como dijo el servicio de inspección, que emitió informes muy favorables. En cuanto al juzgado de violencia de la mujer específico, solo podría crearse si fuese comarcal (Ribadavia, Carballiño, Celanova y Xinzo) porque los números no dan para que solo lleve asuntos del partido judicial de Ourense. Eso tiene ventajas e inconvenientes. Necesitaríamos otro juzgado de instrucción aquí y las víctimas tendrían que desplazarse. Es admisible esta solución y se hará, pero creo que a día de hoy aún no es necesario. Sí que creo que la próxima creación será un juzgado de primera instancia (civil). Están desbordados en toda España y en Ourense están por encima de los niveles idóneos. Los juzgados penales ya están señalando para abril y tienen un tapón con las ejecuciones. Siempre han tenido un número muy alto de ejecuciones, pero la entrada de asuntos no permite la creación de un tercero por mucho que lo pida Alternativas na Xustiza u otras organizaciones. No me parecen excesivos los señalamientos en seis meses. ¿A lo mejor habría que revisar esas ratios para una justicia más ágil? Los números los marca el CGPJ. Aquí hablamos de seis meses pero en Madrid a lo mejor son dos años. Mal de muchos … El dinero es el que hay. Tenemos unos tiempos razonables y una justicia muy digna. En los pueblos, con algunos jueces recién incorporados con resoluciones de gran calidad… En mes y medio resolvemos en la sección Penal de la Audiencia y en Civil, que estaba muy colapsada, pasaron de más de un año a ocho meses. La pandemia, ahora la guerra en Ucrania… ¿Malos tiempos para la justicia? Me da más miedo que se avecinen malos tiempos en la sociedad que en la justicia. La justicia siempre es deudora de la evolución social y si hay crisis económica habrá más procedimientos. Pero a mí me preocupa más la sociedad y las personas que los sufren. El alcalde de Ourense contrató a la mujer del juez que instruía la causa en la que él estaba investigado por malversación. Fue noticia nacional. ¿Cómo se vivió este episodio en el Pazo de Xustiza? El juez se abstuvo, siendo discutible que tuviera que hacerlo porque la mujer no dependía directamente del alcalde y, además, el procedimiento finalizó cuando la fiscalía pidió el archivo de la causa. Es un gran juez y es una persona a la que considero muy honesta. Y la fiscalía pidió el sobreseimiento, así que poco tuvimos que decir los jueces, vaya. ¿Y eso de que la Fiscalía presente querella y después pida el archivo? No valoro actitudes de la Fiscalía. Tendrá una opinión como jurista… No la tengo. No conozco el procedimiento. Es razonable que pida que se investigue porque hay datos a los que no puede acceder porque precisa autorización judicial y después tome una decisión. El presidente del CGPJ, en la apertura del año judicial, recriminó a PSOE y PP la falta de acuerdo para renovar el órgano de los jueces y hasta amenazó con dimitir. ¿Tragicómico? ¿Ve alguna solución a corto plazo? Urge renovar el CGPJ, como dijo Lesmes. No puede ser que lleve cuatro años sin renovar. Es inadmisible. ¿Hay mal rollo con la Diputación por querer entrar en el Pazo de Xustiza provisionalmente? Este edificio ya está ocupado y tiene una ocupación plena. Es bastante difícil compatibilizar en un mismo inmueble usos judiciales y administrativos. No hay mal rollo, pero no vamos a admitir compatibilizar el edificio.