Aportaciones constantes, pero que han llegado a cuentagotas

Las cifras que proporcionó ayer la Federación Gallega de la Construcción permiten varios análisis y en todos ellos no sale bien parada la provincia. Efectivamente, como advierte la patronal gallega del sector, la licitación crece en toda la comunidad, empujada por Ourense, pero es que solo la obra de los 326 millones de euros del AVE ya no solo acelera el ritmo en Ourense sino que dispara la gráfica del resto de Galicia. De no ser así, en la provincia se resolvería el trámite de la inversión con escasos recursos económicos.

Los últimos años han sido particularmente duros para toda España en cuanto a movilización de dinero público para obras, precisamente por los recortes. El hecho de que Ourense sea una excepción obedece al compromiso de traer el AVE a Galicia, tantas veces reivindicado. A finales del 2002 los gallegos comenzamos a oír hablar de esta infraestructura, pero aún hay que esperar a 2018 para la conexión de Galicia con Madrid a través de la alta velocidad ferroviaria. Y eso si se cumplen los últimos plazos que ha dado Fomento.



PARÉNTESIS

Si somos capaces de meter entre paréntesis la gigantesca infraestructura, a Ourense no le está yendo excesivamente bien. La Diputación cuenta con escasos recursos, la Universidad no está por invertir y los 92 concellos de la provincia están en números rojos, incapaces de sacar adelante más que pequeñas actuaciones y servicios para sus vecinos.

En los últimos años en Ourense de cada cien euros que se invertían en Galicia, apenas 10 tenían a Ourense como destino, y esa variable no se ha modificado mucho. Al menos han sido los datos que han dado varios observatorios, no solo la Federación Gallega de la Construcción. La patronal de las grandes constructoras, Seopan, han hecho público un informe en el que Ourense volvía a caer a las plazas del fondo de la clasificación, un lugar compartido con provincias como Zamora, Soria, Guadalajara o Segovia. Si ahora, como dicen los constructores, hay un repunte, hay que esperar que se consolide, pero las aportaciones a Ourense han llegado siempre a cuentagotas, y parece que seguirá siendo así.