Dos años después, el barrio de A Ponte recupera su tradicional procesión del Santiago Apóstol. Las restricciones sanitarias impidieron la salida del santo los dos últimos 25 de julio, lo que ayer fueron muchos los vecinos que se acercaron a la iglesia de As Caldas para acompañar a la figura en su recorrido por las calles.
El Santiago salió a mediodía, ataviado con el racimo de uvas colocado el domingo por Antonio Alvárez, vecino del barrio. Tras la procesión y la misa, como es habitual, las autoridades políticas asistentes (del gobierno local y de la Diputación) compartieron un ágape con los vecinos en el local de la asociación artística La Troya. La Banda de Santa Águeda, por su parte, se encargó de poner la nota musical matutina para celebrar el día grande del barrio pontino.
Punto y final
La jornada de ayer supuso el punto y final de la celebración de las fiestas pontinas de este 2022. Además de la procesión, el barrio también contó ayer con el habitual maratón de fútbol sala desde primera hora hasta las diez de la noche.
En cuanto a oferta musical, la fadista María do Ceo ofreció un concierto a orillas del Miño, al que los vecinos acudieron para luego disfrutar de la tradicional tirada de fuegos artificiales a medianoche en la zona próxima al Puente del Milenio.
Los vecinos ansían ya la llegada de las fiestas de 2023, después de que los festejos de este año se quedasen muy reducidos -tanto en días como en oferta lúdica y musical- debido a la falta de una comisión de fiestas.
