Un apuñalamiento sin rencor en Ourense: le termina dando la mano a su agresor

Florindo González, ayer en el juicio.
photo_camera Florindo González, ayer en el juicio.

El agresor, con un coeficiente intelectual de 35 y una minusvalía del 68 por ciento, y el agredido terminaron dándose la mano

La abogada de Manuel D.G. (66 años) reclamó ayer en el Penal 2 que su defendido siga en la residencia de Paderne de Allariz en la que fue ingresado tras sesgar la yugular a su amigo y compañero de habitación del centro de discapacitados Santa Catalina de Amoeiro. El inculpado, al que la fiscal no pide cárcel por el retraso mental y la minusvalía que padece desde que nació, utilizó un cuchillo de cocina para apuñalar sin motivo aparente a la víctima a las 00,45 horas del 10 de febrero.

El lesionado, que estuvo en estado grave por este incidente y quien también padece una deficiencia psíquica, acudió ayer al juicio con una cuidadora y sin rastro de rencor en su cabeza. Le dio la mano a la jueza, a la abogada de la defensa y, ya cuando abandonaba la sala, también al que fuera su compañero de habitación.

El director del centro en el que ocurrieron los hechos y también de la residencia de Paderne dio un voto de confianza al acusado. Es partidario de que siga allí  “porque está adaptado totalmente”. Según precisó, Manuel tiene “una habitación individual, está controlado y tranquilo”. No ve riesgo. La fiscal interesó la absolución por las lesiones graves que provocó a su compañero de cuarto y el ingreso en un centro adecuado a sus patologías durante cinco años. La abogada del  agresor cree que es adecuado en el que está ahora.

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