Una de las joyas del patrimonio documental ourensano más desconocida para los vecinos, el Arquivo Municipal, languidece escondido en un centro cívico de la ciudad, sin personal que lo atienda –solo un funcionario– y sometido al completo olvido de las administraciones.
El deplorable estado en que el Concello de Ourense mantiene este espacio, ubicado en el centro cívico de A Cuña del a rúa Doutor Peña Rey, provocó ayer las críticas del PSOE, que realizó una visita al centro para constatar las deficiencias que acumula.
"A memoria de Ourense está en perigo", manifestó el socialista Rafael Villarino, cuyo grupo reivindicará en el pleno la "inmediata" puesta en valor de este espacio. Las instalaciones están en un centro cívico sin ningún tipo de señalización ni recursos materiales o humanos. En este último caso, solo un trabajador municipal se ocupa de la gestión del espacio, desempeñándolo "detrás dunha porta de metal cunha pegatina feita cun folio", según afirmó la edil socialista Rosa Martínez, que criticó que una capital de provincia no tenga digitalizado su propio patrimonio documental. En su momento, eran dos las personas que se ocupaban del mismo, pero uno fue desplazado al servicio de Aguas al llegar Jácome al poder.
Entre las comprobaciones del PSOE, destacan las deficiencias en las instalciones, con agujeros en los techos, una "incorrecta" orientación del edificio y la falta de adaptación a las personas con movilidad reducida.
Múltiples deficiencias
Para colmo, la instalación se encuentra completamente "invisibilizada", como aseguró Martínez. Y es que una simple búsqueda en internet basta para comprobar que ni siquiera aparece este espacio en la página web del Concello. La única forma de conocer su ubicación es a través del censo de archivos del Ministerio de Cultura o en la guía de Arquivos de Galicia de la Xunta, en ambos casos con un error en el código postal. Además, hay "alarmantes eivas materiais", como la falta de ordenadores, wifi o un simple catálogo, entre otras carencias.
Por último, Villarino se preguntó "onde están os xornais" de la prensa local de entre 2013 y 2018, que antes se encuadernaban y que "desapareceron", mientras los nuevos "se tiran ao lixo".
