Los argumentos del maquinista del Alvia: alega carencias en formación, señales y sistemas de seguridad

SANTIAGO DE COMPOSTELA (EDIFICIO CINC - CIDADE DA CULTURA). 06/10/2022. A CORUÑA. Segundo día do xuízo polo accidente do tren Alvia ocorrido en Angrois no ano 2013, con dous acusados (o conductor, Francisco José Garzón Amo, e o director da seguridade na circulación de Adif no momento da posta en funcionamiento da línea entre Ourense e Santiago, Andrés Cortabitarte), e que conta con 669 testigos. FOTO: ÓSCAR PINAL

Declaración do acusado 
Francisco José Garzón Amo
photo_camera SANTIAGO DE COMPOSTELA (EDIFICIO CINC - CIDADE DA CULTURA). 06/10/2022. A CORUÑA. Segundo día do xuízo polo accidente do tren Alvia ocorrido en Angrois no ano 2013, con dous acusados (o conductor, Francisco José Garzón Amo, e o director da seguridade na circulación de Adif no momento da posta en funcionamiento da línea entre Ourense e Santiago, Andrés Cortabitarte), e que conta con 669 testigos. FOTO: ÓSCAR PINAL Declaración do acusado Francisco José Garzón Amo
En apenas una hora, tiempo que ha durado su declaración, Garzón Amo se desmoronó, pidió perdón y dijo que no pudo evitarlo

 La declaración de Francisco José Garzón Amo, maquinista del Alvia que descarriló el 24 de julio de 2013 en Santiago con el saldo de 80 muertos, ha sido este jueves inesperadamente breve, pero en apenas una hora, tiempo que ha durado, se ha desmoronado, ha pedido perdón y ha dicho que no pudo evitarlo.

El conductor de aquel tren, que solamente ha contestado a preguntas de su abogado, Manuel Prieto, respondió a la cuestión de su letrado acerca de si aquella tragedia ferroviaria ha servido, de algún modo, de cara a los futuros análisis y evaluaciones de riesgos, con un contundente: "¡Evidentemente! Para desgracia de las víctimas y mía también". Su voz estaba quebrada y sollozó.

También se ha venido abajo Garzón Amo al recordar que no pudo auxiliar a los pasajeros. "Lo primero era atender...", ha acertado a decir, como pudo. Pero atrapado en la cabina, sin posibilidad de romper siquiera la ventanilla, no logró actuar.

Del hospital al calabozo

Garzón Amo cree que el entonces ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, quería anunciar su detención. El maquinista, rescatado por los servicios de emergencias, llegó al hospital con traumatismo torácico, fracturas costales y herido en la cabeza. Allí estuvo en un sillón porque no podía ni tumbarse. Recibió el alta el 27 y fue llevado al calabozo. El día 28, Díaz compareció. "Es imposible que en dos días yo me haya recuperado como para ir al calabozo y salir del hospital", precisó.

La llamada telefónica

Garzón Amo ha relatado que, como jefe del tren, tenía obligación de ponerse en contacto con el puesto de mando y con el centro de gestión. Su llamada de servicio tenía que cogerla. "Es obligación y tenemos que atenderla". De lo contrario, "puede resultar una sanción grave". "El teléfono es una herramienta de trabajo. Estoy obligado a cogerlo", precisó.

El maquinista ha negado tener una conducción desatenta en momento alguno. "En ningún momento", respondió a si dejó de prestar atención a la vía. Sí ha admitido que esa llamada le dejó desubicado. "Creí que estaba en el túnel anterior", "perdí la consciencia situacional".

Alega la falta de señales

"No había ninguna señal que me restringiera la velocidad. No había ninguna limitación, ni ninguna señal, ni ninguna baliza. No había nada de nada". Garzón Amo ha manifestado que no había señales que le indujesen a una reducción escalonada de la velocidad hasta que se topó con los 80 kilómetros por hora en la curva de A Grandeira cuando él circulaba a más del doble del límite permitido.

Imposible frenar

"No me dio para frenar. Es prácticamente imposible pasar en ese punto de 200 a 80, en ese punto concreto", sostuvo.  Consultado por si en caso de existir señalización previa hubiese reducido, no dudó: "Evidentemente".

Falta de formación y de sistemas de seguridad

Garzón Amo recibió formación para la vía dos de la línea Santiago-Ourense, no para la uno, donde se produjo el accidente. "Yo hice la formación por la vía dos. Las prácticas las hice por la vía dos", recalcó.

 "No, imposible". Así de tajante ha sido Garzón Amo al tratar los medios técnicos y señales que se instalaron después. A la pregunta de si estos sistemas de protección son novedosos o ya existían, ha asegurado: "Siglos, diría yo. Siglos hacía ya que existían".

Y ha opinado que en aquel entonces deberían estar en funcionamiento. "Porque lo que a él le ocurrió podría haberle pasado a otro maquinista. A cualquiera", concluyó.

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