Tres agentes y un cabo de la Policía Local de O Barco tuvieron que emplearse a fondo para reducir a un vecino de O Barco, José Luis G.R., de 46 años, que les intentó agredir con un cuchillo de cocina. Al final, éste ingresaba en el Hospital Comarcal de Valdeorras, después de que dos policías acompañaran a los sanitarios en el interior de la ambulancia del 061 barquense. Los otros dos agentes escoltaron este vehículo en el coche y la moto del servicio público.
Todo comenzó a las 17,00 horas de ayer, en el número 30 de la calle Real, donde tiene su residencia el agresor. Éste estaba asido con una mano al balcón, amenazando con precipitarse desde el segundo piso a la calle. Además, presentaba un corte en el otro brazo, del que manaba abundante sangre.
Un vecino avisó de la situación a la Policía Local, procediendo uno de los agentes a izar al inquilino del piso, que quedó tirado sobre el suelo. Permaneció con el cuerpo teñido de la sangre que manaba de la herida.
Cuando el problema parecía resuelto, José Luis G.R. se levantó superviolento, según indicó un testigo. Rápidamente cogió un cuchillo de cocina y atacó con él a los policías locales. Éstos hubieron de emplearse a fondo para arrebatárselo. Afortunadamente, lo consiguieron sin tener que haber hecho uso de las pistolas, que ya estaban montadas y listas para ser usadas, en previsión de que la violenta conducta que en todo momento mostró el atacante impidiese reducirlo únicamente con la fuerza física.
Una vez sujeto, la extrema violencia que demostró fue amainada con un tranquilizante, que permitió introducirlo en la ambulancia del 061 para su traslado al Hospital de O Barco, en cuyas instalaciones permanecía ingresado a última hora de la tarde de ayer. A su vez, la Policía Local abría un expediente por un posible delito de atentado contra los agentes de seguridad.
Un vecino avisó de la situación a la Policía Local, procediendo uno de los agentes a izar al inquilino del piso, que quedó tirado sobre el suelo. Permaneció con el cuerpo teñido de la sangre que manaba de la herida.
Cuando el problema parecía resuelto, José Luis G.R. se levantó superviolento, según indicó un testigo. Rápidamente cogió un cuchillo de cocina y atacó con él a los policías locales. Éstos hubieron de emplearse a fondo para arrebatárselo. Afortunadamente, lo consiguieron sin tener que haber hecho uso de las pistolas, que ya estaban montadas y listas para ser usadas, en previsión de que la violenta conducta que en todo momento mostró el atacante impidiese reducirlo únicamente con la fuerza física.
Una vez sujeto, la extrema violencia que demostró fue amainada con un tranquilizante, que permitió introducirlo en la ambulancia del 061 para su traslado al Hospital de O Barco, en cuyas instalaciones permanecía ingresado a última hora de la tarde de ayer. A su vez, la Policía Local abría un expediente por un posible delito de atentado contra los agentes de seguridad.
