A plena luz del día, con varios clientes del supermercado en el interior y a cara descubierta. Este es el escenario en el que se movió el hombre que a las 10.00 horas de la mañana de ayer entró al Eroski del número 6 de la calle Vila Real, en el barrio de O Couto, armado con una pistola.
Según precisaron fuentes policiales, el autor del robo con intimidación consiguió algo más de 11.000 euros de botín y,antes de emprender la huida, golpeó en la cabeza a la empleada a la que amenazó con la pistola para que le entregase el dinero. El botín lo consiguió en la oficina del negocio, en el primer piso, tras coger a la trabajadora como rehén.
Según las imágenes obtenidas por las cámaras de videovigilancia, el hombre es de mediana edad, alto y de complexión gruesa. En el momento del robo, iba ataviado con ropas oscuras y un jersey con cuello alto, un gorro, pero sin pasamontañas. Aunque en los fotogramas se puede ver que lleva barba poblada, la policía sospecha que se trata de un postizo (uso de disfraz).
La Policía continuaba en la tarde de ayer examinando las imágenes y la toma de declaración a los testigos, tanto clientes como empleados.
Según pudo saber este diario a través de fuentes cercanas a la investigación, el atracador podría ser un profesional por la diligencia a la hora de actuar así como el escenario en el que se movió: con gente en el interior y la violencia que empleó a modo de señal de advertencia.
Asimismo, la policía también trabaja con la hipótesis de que el autor del atraco actuase solo y no sea oriundo de Ourense.
Este robo con violencia se une a los otros tres registrados el pasado mes en el rural de la provincia, en donde bandas de encapuchados asaltaron de n oche a ancianos residentes en Baltar, Amoeiro, Ribadavia, en donde se apoderaron de 2.000, 700 y 4.000, euros respectivamente.
Según las imágenes obtenidas por las cámaras de videovigilancia, el hombre es de mediana edad, alto y de complexión gruesa. En el momento del robo, iba ataviado con ropas oscuras y un jersey con cuello alto, un gorro, pero sin pasamontañas. Aunque en los fotogramas se puede ver que lleva barba poblada, la policía sospecha que se trata de un postizo (uso de disfraz).
La Policía continuaba en la tarde de ayer examinando las imágenes y la toma de declaración a los testigos, tanto clientes como empleados.
Según pudo saber este diario a través de fuentes cercanas a la investigación, el atracador podría ser un profesional por la diligencia a la hora de actuar así como el escenario en el que se movió: con gente en el interior y la violencia que empleó a modo de señal de advertencia.
Asimismo, la policía también trabaja con la hipótesis de que el autor del atraco actuase solo y no sea oriundo de Ourense.
Este robo con violencia se une a los otros tres registrados el pasado mes en el rural de la provincia, en donde bandas de encapuchados asaltaron de n oche a ancianos residentes en Baltar, Amoeiro, Ribadavia, en donde se apoderaron de 2.000, 700 y 4.000, euros respectivamente.
