Un atracador de gasolineras reconoce dos robos en Ourense

El acusado durante la vista de ayer en el Juzgado de lo Penal.
photo_camera El acusado durante la vista de ayer en el Juzgado de lo Penal (ANDRÉS CACHALVITE).
Aceptó 57 meses de cárcel por los atracos de las estaciones de servicio de Melón y Arnoia, en 2017

Un vigués, Roberto C.B., de 48 años, aceptó este miércoles en el Juzgado de lo Penal 1 de Ourense tres años de prisión por un delito de robo con intimidación en la estación de servicio de Quins (Melón) y otros 21 meses de cárcel (en total 57 meses) por otro en grado de tentativa en la gasolinera de Arnoia.

El acusado, que ya cumple condena en el centro penitenciario de Pereiro de Aguiar por el robo de otra estación de servicio en Lalín (Pontevedra), se sentó en el banquillo dentro de su periplo por juzgados de la cuatro provincias gallegas para responder de un total de 14 atracos en estaciones de servicio, que él mismo reconoció haber ejecutado, según expuso el ministerio fiscal, al ser detenido, el 13 de marzo del 2018, tras una laboriosa y árdua investigación de la Guardia Civil.

El primero de los asaltos que llevó a cabo en Ourense fue el 18 de mayo del 2017 cuando se desplazó en un vehículo Peugeot a la estación de Quins (Melón), vestido con ropa deportiva oscura y ocultando el rostro con una bufanda y una gorra. Tras estacionar en un lugar escondido, agarró un cuchillo de caza y se dirigió a la gasolinera, en la que el empleado se disponía a recoger extintores. El acusado, tras esgrimir el cuchillo, le dijo, según el mismo reconoció: "Pa dentro". En el interior estaba el dueño revisando la caja registradora y le obligó a que le entregara el dinero diciéndole: "Dame el dinero que me hace falta para esta noche, necesito más de 800 euros para esta noche". El empresario le entregó 1.400 euros, que el acusado introdujo junto con varias monedas en una bolsa de plástico. Acto seguido se dio a la fuga, no sin antes advertir a las dos víctimas de que no avisaran a la Guardia Civil en los próximos tres minutos, porque iba pasar en moto por delante del negocio para comprobarlo. Al mismo tiempo, les mostraba el cuchillo.

Casi un mes después, el 27 de junio, se desplazó a la estación de servicio de Arnoia, donde abordó al trabajador portando una garrafa. El operario le dijo que deseaba y él, según reconoció ayer, le dijo: "Gasolina con desengrasante", al tiempo que se dirigía al interior del negocio.

El empleado desconfió al no existir la mezcla y una vez en el mostrador, al observar que tenía un cuchillo, salió corriendo hacia la carretera, pidiendo ayuda. El acusado optó por no robar nada y escapar del lugar.


Ludopatía y trastorno mental


El acusado, además de confesar los 14 atracos, enseñó a la Guardia Civil los apuntes que realizaba durante la vigilancia de los negocios. Le intervinieron un coche y varios teléfonos. Según su abogado, antes de iniciar su actividad delictiva estudiaba Químicas, carrera que abandonó tras el fallecimiento de un familiar. Ayer, a la hora de fijar la condena, se tuvo en cuenta su adicción al juego y que sufre un trastorno mental. 

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