La Audiencia de Ourense determinará si los gemelos policías son juzgados por asesinato

La fiscal Pilar Manso, en una conferencia en Enfermería.
photo_camera La fiscal Pilar Manso, en una conferencia en Enfermería.
La fiscal cree que el policía muerto se suicidó y recurre el auto para que el caso de los gemelos Bernardo y Roi Deprado Lahoz lo vea un jurado

El auto de 30 de mayo de la titular de Instrucción 3, Eva Armesto, en el que da un paso al frente para enjuiciar por asesinato a los hermanos Bernardo y Roi Deprado Lahoz por la muerte del también policía nacional Celso Blanco en abril de 2016 ha sido recurrido en apelación por la fiscal del caso, Pilar Manso, según confirmaron ayer fuentes del Ministerio Público en A Coruña.

La acusación pública y la defensa de los investigados, que también ha recurrido el auto en el que se ordena la transformación de las actuaciones en un procedimiento para ser enjuiciado por el Tribunal del Jurado, sostienen que fue un suicidio.  E intentan rebatir los “múltiples y unívocos indicios obtenidos durante la instrucción” de los que habla Armesto.

“La fiscal no está conforme con el criterio de la instructora por diversos fundamentos, entre ellos, considera que no existen indicios de que la muerte fuera una acción criminal”, aseguran fuentes de la Fiscalía gallega. La pelota queda, por tanto, en el tejado de la sección penal de la Audiencia de Ourense. Pese a que tanto la fiscal como el abogado de los hermanos podían recurrir en reforma (ante la propia jueza instructora), han optado por ir directamente al máximo órgano jurisdiccional de la provincia para que se pronuncie sobre el fondo del caso para reclamar el sobreseimiento.

En sus recursos, hacen valer los informes policiales y periciales de expertos en balística y criminalística que constan en el sumario en los que se plantea como plausible el hecho de que Celso detonó él mismo una de las seis armas robadas en 2014 en el búnker de la comisaría para perjudicar a otros compañeros que  estaban siendo más favorecidos por sus superiores.

El caso, que lleva siete años en el juzgado de instrucción, no solo divide a los operadores jurídicos sino también a la propia Policía Nacional.  Mientras que la Policía Judicial de la Comisaría de Ourense elaboró un informe en el que apunta a los gemelos como los artífices de la muerte violenta de su amigo y compañero,  a los que mete en el mismo saco dentro de una trama para perjudicar a otros policías, la Unidad de Asuntos Internos y otras unidades de la Comisaría Central de Madrid se inclinan por el suicidio.

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