El fiscal jefe de Ourense advierte de los problemas que genera la ciberdelincuencia, en la que las estafas crecen cada vez más
La operación Flechazo, en la que la Guardia Civil detuvo este jueves a un celanovés de 27 años por suplantar la identidad del titular de varias cuentas para realizar compras virtuales por importe de 107.000 euros, no es anecdótico. Los delitos perpetrados a través de las nuevas tecnologías, internet fundamentalmente, no paran de crecer en todo el país y la provincia ourensana no es ajena a esta especie de fenómeno viral.
Desde el 2011, el incremento a nivel nacional fue del 210%, según la Fiscalía General del Estado. En la Comisaría de Ourense, por ejemplo, aseguran que en el último año la ciberdelincuencia creció un 30%. Y la preocupación es tal que hay policías que no dudan en urgir unidades especiales cuanto antes.
Estafas por compraventas fraudulentas a través de internet; cargos ilegales en cuentas bancarias; el phising (suplantación de identidad para obtención de datos personales) enfocado al blanqueo de capitales, a las amenazas o coacciones a través de las redes sociales integran una amplia variedad de delitos que son denunciados casi todos los días.
Sin embargo, sólo una mínima parte llega a juicio, según asegura Florentino Delgado Ayuso, fiscal jefe de Ourense, encargado de todos los asuntos que nutren la delincuencia informática en la provincia. “En torno a un 10% o incluso menos de lo que se denuncia se llega a calificar -escrito de acusación del ministerio público-”, reconoce. Quince, el pasado año. ¿La razón? Las dificultades que entraña dar con los autores que no siempre están asentados en el territorio nacional donde residen las víctimas. De hecho, reconoce que hay países que no aceptan comisiones rogatorias si la cantidad estafada es menor de 5.000 euros.
El pasado año se incoaron 286 procedimientos judiciales por delitos informáticos en los juzgados de la provincia (228 en 2014), la mayor parte, 205, por estafas cometidas a través de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC´s). En total, 23 personas implicadas (ocho condenadas).
Delgado Ayuso destaca el elevado número de denuncias en una provincia como Ourense que, según precisa, no son todas las que hay. "Las estafas a través del TIC's pueden rondar las 400 al año, pero sólo se denuncia alrededor del 50% de los casos". Añade que muchas personas son renuentes a judicializar el caso cuando las cantidades estafadas son pequeñas o, conscientes de la complicación en su resolución, dan el caso por perdido.
Además, resalta que hay denuncias formuladas en Ourense, pero con víctimas de distintos lugares, que van a parar al juzgado de la provincia que inició la investigación.
Por su parte, las amenazas y coacciones a través de internet supusieron 72 denuncias en 2015. Asimismo, el pasado año hubo cuatro casos de descubrimiento y revelación de secretos en la Red referidos a las conductas de acceso ilegal a sistemas, dos por trato degradante y otro más por daños informáticos (artículo 264 del Código Penal). Los delitos contra la libertad sexual también tienen cabida en la ciberdelincuencia, con dos asuntos.
Debido al aumento significativo de este tipo de infracciones penales, la Fiscalía refleja la necesidad de proveer a los investigadores y a los operadores jurídicos de las herramientas necesarias para esclarecer todos aquellos delitos que se perpetran mediante las nuevas tecnologías.
En la Policía Nacional, incluso hablan de contratiempos por escasez de recursos. "A la oficina de denuncias de As Lagoas llegan todos los días algún caso en consonancia con el mayor acceso a internet", asegura el secretario del SUP en Galicia, Roberto González. Los agentes -añade- no están adaptados a esta nueva realidad. "Faltan formación y medios",dice.
