El autobús urbano opta a una bajada de precios del 30%

Ourensanos esperando por un autobús en la parada el Parque de San Lázaro (ÓSCAR PINAL).
photo_camera Ourensanos esperando por un autobús en la parada el Parque de San Lázaro (ÓSCAR PINAL).

El Concello de Ourense ha solicitado, según indicó ayer el alcalde de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácome, una subvención al Gobierno central para poder reducir el precio de los bonos del transporte público un 30% en el último cuatrimestre del año, una medida incluida en el plan de choque del Ejecutivo para fomentar la movilidad sostenible y tendría efecto en los poseedores la tarjeta milenio, que actualmente pagan 0,62 euros por trayecto, cantidad que bajaría a 0,43 céntimos. Los estudiantes, por su parte, pasarían a abonar por trayecto 30 céntimos.

El regidor ourensano explicó que el Concello ha pedido esta subvención durante una visita a Covadonga en que el gobierno funciona mejor tras la salida del PP, a los que volvió a criticar. “Está siendo más fácil ahora porque aplicamos más diligencia a muchos temas, ya que ellos eran incapaces de saltar obstáculos que ponían los técnicos”, dijo Jácome.

Con todo, en relación a la previsión de aprobar hoy en junta de gobierno el expediente para licitar la obra necesaria para poder reabrir la piscina termal de As Burgas, el alcalde reconoció que “no es mérito nuestro porque era algo que ya estaba en marcha”. Sobre esta actuación, la exedil de Termalismo, la popular Flora Moure, asegura que “su exdepartamento había concluido el expediente administrativo en abril y que hasta ahora estaba en manos de Contratación (gestionada por DO) una vez pudimos disponer de la partida de inversión tras la liquidación del presupuesto”.

Sobre una posible moción de censura, insiste en mostrar “tranquilidad por una cuestión de equilibrios, ya que al PP no le interesa regalar al PSOE” la Alcaldía. El regidor criticó la actitud del portavoz socialista, Rafael Rodríguez Villarino, por querer pactar ahora con los populares después de censurar todo el mandato la alianza PP-DO. “Es una humillación, se pone de rodillas, es triste”, aseguró.

Pese al caos que impera en la regulación de las terrazas por la falta de una ordenanza, no habrá un desenlace rápido de la normativa de veladores, ya que todavía no se han resuelto las alegaciones presentadas durante la exposición pública. “A lo mejor va a mediados de septiembre al pleno”, dijo Jácome sobre el tema, negando “un problema” con las terrazas e indicando que “hay que limitarse a cumplir la ley”. El regidor entiende que, una vez superada la tramitación administrativa, debería haber consenso político para aprobar la ordenanza. 

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