La avería de una locomotora del tren talgo, que el lunes cubría la línea Madrid-Ourense-Vigo-A Coruña, obligó a 200 pasajeros a permanecer más de dos horas en la vía férrea cerca de la estación de A Gudiña. Los pasajeros llegaron con más de tres horas de retraso a sus puntos de destino después de que el convoy fuera remolcado por otras locomotoras que tuvieron que desplazarse desde Santiago. La compañía ferroviaria devolvió el importe íntegro de los billetes a todos los viajeros en la estación Ourense-Empalme.
El tren talgo Madrid-Ourense-Vigo-A Coruñaestuvo el lunes más de dos horas parado en la vía férrea en los alrededores de la estación de A Gudiña a causa de una avería en el motor de la locomotora. El fallo dejó a todo el convoy sin sistema de calefacción, lo que generó críticas entre los pasajeros, que tuvieron que recurrir a mantas y sacar ropa de las maletas para hacer frente a las bajas temperaturas de la zona.
En el tren viajaban 200 personas, 46 de ellas con destino a Ourense y las restantes con billete hasta A Coruña y Vigo. Cuando estaban a menos de un kilómetro de la estación de A Gudiña comprobaron que el convoy no avanzaba y el interventor, pasada alrededor de media hora, les informó de la avería en la locomotora.
Al lugar se desplazaron varios técnicos con la finalidad de reparar el fallo, que se produjo en el motor, pero los esfuerzos no dieron resultado y alertaron de la situación a los responsables de Renfe, que desplazaron al lugar desde la estación de Santiago otras dos locomotoras.
Una de las máquinas se quedó en la estación de Ourense-Empalme para remolcar los vagones en los que viajaban los pasajeros con destino A Coruña. La otra continuó camino hasta A Gudiña donde, tras estacionar la averiada, remolcó el convoy hasta la estación de la ciudad, a la que llegó con más de dos horas de retraso, cerca de las 23.00 horas. Los pasajeros que más tardaron en llegar fueron los de Vigo, que arribaban a la estación tres horas después de la hora fijada en sus billetes, aseguraron ayer desde Renfe.
El retraso y la falta de cale facción en los vagones durante la espera en A Gudiña obligó a los responsables de Renfe a abrir el restaurante del tren, en el que los viajeros dispusieron de barra libre, señalaron desde la compañía.
El personal ferroviario sirvió una cena a los pasajeros en al estación de Ourense-Empalma al tiempo que se devolvió el importe íntegro de los billetes a todos los viajeros que lo solicitaron, afirmaron en la compañía, lamentando la avería en la locomotora, que fue revisada antes de iniciar el viaje a primera hora de la tarde en Madrid.
En el tren viajaban 200 personas, 46 de ellas con destino a Ourense y las restantes con billete hasta A Coruña y Vigo. Cuando estaban a menos de un kilómetro de la estación de A Gudiña comprobaron que el convoy no avanzaba y el interventor, pasada alrededor de media hora, les informó de la avería en la locomotora.
Al lugar se desplazaron varios técnicos con la finalidad de reparar el fallo, que se produjo en el motor, pero los esfuerzos no dieron resultado y alertaron de la situación a los responsables de Renfe, que desplazaron al lugar desde la estación de Santiago otras dos locomotoras.
Una de las máquinas se quedó en la estación de Ourense-Empalme para remolcar los vagones en los que viajaban los pasajeros con destino A Coruña. La otra continuó camino hasta A Gudiña donde, tras estacionar la averiada, remolcó el convoy hasta la estación de la ciudad, a la que llegó con más de dos horas de retraso, cerca de las 23.00 horas. Los pasajeros que más tardaron en llegar fueron los de Vigo, que arribaban a la estación tres horas después de la hora fijada en sus billetes, aseguraron ayer desde Renfe.
El retraso y la falta de cale facción en los vagones durante la espera en A Gudiña obligó a los responsables de Renfe a abrir el restaurante del tren, en el que los viajeros dispusieron de barra libre, señalaron desde la compañía.
El personal ferroviario sirvió una cena a los pasajeros en al estación de Ourense-Empalma al tiempo que se devolvió el importe íntegro de los billetes a todos los viajeros que lo solicitaron, afirmaron en la compañía, lamentando la avería en la locomotora, que fue revisada antes de iniciar el viaje a primera hora de la tarde en Madrid.
