El presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, celebró ayer la "resistencia do municipalismo" tras el rechazo de 14 partidos al real decreto del Gobierno que pretendía acordar la cesión de los remanentes al Ejecutivo, lo que calificó como una "sonora derrota dun Goberno soberbio que pretendía expropiar os aforros das entidades locais".
Baltar, que señaló que la solución sería aprobar un nuevo real decreto que contemple las peticiones unánimes de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), se mostró medianamente satisfecho al conocer que los planes del Gobierno pasan ahora por suspender la regla de gasto y permitir gastar el superávit de 2018 y 2019.
Este cambio después del rechazo a los planes gubernamentales es una medida "insuficiente pero que vai na boa dirección", dijo Baltar, que subrayó que "era moi sinxelo: facerlle caso á unánime reclamación da FEMP", organismo en el que es miembro de la junta de gobierno.
El gobierno suspenderá ahora la regla de gasto. "é insuficiente, pero vai na boa dirección", dice Baltar"
El presidente provincial resaltó la "vitoria do municipalismo" en una revuelta que tumbó los planes iniciales de Sánchez, que provocaron una "crise na FEMP nunca antes vista". Baltar afeó al presidente del Gobierno su "falta de palabra" ya que solo reunió a los representantes municipales en una ocasión, cuando había prometido hacerlo cada 15 días. En ese sentido, dijo que la palabra del presidente del Gobierno "non vale nada".
La solución para las administraciones locales, según recordó Baltar, pasa por poder usar el dinero ahorrado por los concellos de forma "incondicionada, íntegra e inmediata", porque, insistió, "o diñeiro dos veciños deben investirse nos territorios que os xeraron".
Opinión de los regidores
Los alcaldes coinciden en la necesidad de la suspensión. A Álvaro Vila, alcalde de Taboadela (PSOE), esta medida le parece totalmente positiva: "Una vez se rechazó el Real Decreto, los Concellos teníamos las manos atadas, porque se votó que no pero no había ninguna solución encima de la mesa".
Plácido Álvarez, alcalde de Muíños (PP), es precavido: "Parece una buena noticia, sin conocer el fondo, sus condiciones". No obstante, no encuentra lógica la evolución de los acontecimientos: "Este gobierno va a bandazo limpio, lo que hoy es blanco mañana es negro. En cualquier caso, todo lo que sean aportaciones a las entidades locales es bien recibido".
Ana Villarino, alcaldesa de Oímbra (PP), define la medida como "bandazo": "Os concellos debemos dispoñer dos aforros necesarios para levar a cabo todas as nosas actividades, aínda máis co efecto do covid. Sabemos mellor que ninguén as necesidades dos veciños, e se temos aforros é grazas á nosa boa xestión. O Estado non aportou un só euro desde o inicio da pandemia".
Por último, Cristina Cid, alcaldesa de Allariz (BNG), considera que esta solución "chega tarde e ademais só é un parche temporal. Debería derrogarse a Lei Montoro, co freo en investimentos e actividade que provoca. Os concellos demandamos que se teña en conta que somos as administracións nas que recaen boa parte dos servizos, e iso precisa un financiamento xusto e suficiente. Cada vez temos máis competencias, pero os fondos non chegan".
