Diez años después de la crisis inmobiliaria las entidades han enajenado ya la mayoría de los activos
Diez años después del estallido de la burbuja inmobiliaria, hasta los bancos han logrado ya desprenderse de la mayoría de los activos del ladrillo, pero aún hay importantes bolsas de propiedades en los balances de las entidades. Según los propios bancos y diferentes operadores del sector, en torno a un centenar de propiedades inmobiliarias están aún a la venta en la provincia, la mayoría en la capital.
Aliseda, la división inmobiliaria creada en su momento por el Banco Popular y Pastor, aún conserva 53 propiedades en Ourense, según la información que difunde la propia entidad, ahora en el grupo Santander. Abanca es otra de las entidades que ha ido soltando un lastre importante de sus activos inmobiliarios y en la actualidad conserva al menos una quincena de propiedades para comercializar. La tercera entidad por volumen de activos es Servihabitat, la marca de Caixabank, que tiene a la venta una decena de propiedades en Ourense. Le sigue Altamira, del grupo Santander, que comercializa ocho activos, cerrando la clasificación las divisiones inmobiliarias del Sabadell y de BBVA, con cinco y cuatro, respectivamente.
Sin embargo, varias empresas especializadas en la comercialización de viviendas a través de Internet aseguran que en Ourense "se superan las cien propiedades de procedencia bancaria", pero agentes de la propiedad de la provincia calculan que "puede que se llegue a esa cifra pero ya no deben quedar muchos más". Tal calificación es ya hoy un "gancho" comercial porque el mercado ha asimilado que un piso de procedencia bancaria se vende por debajo del valor habitual de mercado.
En los años en los que las entidades tenían que desprenderse de sus balances de aquellos activos peligrosos, en Ourense llegaron a comercializarse más de 300 propiedades a precios muy competitivos. Sin embargo, ahora "queda poca cosa y lo que queda es de escaso valor", dice un agente inmobiliario que ha vendido en los últimos años importantes paquetes de viviendas.
La bolsa de propiedades más importante se concentra en la ciudad, pero también en A Valenzá y Allariz, entidades de población que han tenido un desarrollo urbanístico importante antes del estallido de la crisis inmobiliaria.
Los casos
Las propiedades inmobiliarias que están en manos de los bancos proceden, en su mayoría, de promociones inmobiliarias sujetas a créditos que los promotores no fueron capaces de pagar, pero también proceden de particulares deudores de préstamos con las entidades.
La crisis inmobiliaria destapó centenares de créditos fallidos y un importante volumen de activos que estaban sin vender, incluso obras sin finalizar.
En la relación de propiedades de procedencia bancaria en Ourense hay ya pocos restos de promociones, aunque sí quedan muchas viviendas unifamiliares a la venta, sobre todo urbanizaciones de chalés adosados, un modelo urbanístico con escaso éxito comercial en la provincia.
La última planta de La Torre, en venta por 830.000 euros
Entre la relación de propiedades de procedencia bancaria en la provincia están algunos espacios emblemáticos. Es el caso de la planta 17 de la Torre de Ourense, que comercializa Abanca a través de su división inmobiliaria Escogecasa. Según la información que difunde la propia entidad financiera, el precio de venta es de 830.000 euros por los 320 metros cuadrados de superficie útil en una planta que tiene una superficie bruta construida de 456 metros cuadrados.
La última planta de La Torre lleva décadas sin uso y Abanca recuerda en su promoción que este espacio "anteriormente estuvo dedicado a hostelería" y que actualmente está "sin finalizar la obra para su conversión en viviendas". Por lo tanto, su aprovechamiento sería compatible con el residencial, totalmente exterior y con vistas a la ciudad y sus alrededores por las cuatro caras del edificio. Las instantáneas del espacio revelan las obras para hacer viviendas que han quedado sin finalizar.
