A punto de sacar el contrato a concurso, los músicos demandan a un jefe de servicio del Consistorio por apropiación indebida .
El anuncio de la Concejalía de Cultura de Ourense de que será finalmente un concurso público abierto el que decida la continuidad o no de la Banda Municipal de Música de la ciudad, ha hecho que los músicos se pongan en pie de guerra, y más aún tras conocer que saldrá a licitación con un presupuesto de 240.000 euros, lo que supone un recorte de 100.000 euros con respecto al convenio que hasta ahora mantenía el Concello con la Asociación Cultural Ricardo Courtier, que gestiona la Banda.
"Hemos perdido ya la paciencia. Nos llevan mareando nueve meses, y hemos estado callados y aguantando para facilitar que hubiese una solución que perjudicara lo menos posible a todas las partes, pero no ha valido de nada", afirman miembros de la junta directiva de la Banda.
El conflicto está servido porque, además, la agrupación musical asegura que en el mes de febrero "se interpuso una denuncia contra el jefe de servicio de la concejalía de Cultura por apropiación indebida de los instrumentos. La denuncia ha sido admitida a trámite y por ello este señor tendrá que declarar el próximo 10 de mayo" ante el juez.
Explican que esta denuncia se interpuso tras haber llegado a su habitual local de ensayo, situado en el Auditorio, y "encontrarnos con que estaba totalmente vacío. Nuestros instrumentos y las pertenencias de la Banda, como por ejemplo algunas partituras manuscritas de gran valor, habían sido trasladados sin habernos consultado, ni habernos dado la opción de sacar el material, que era nuestro. Y esta decisión la tomó el jefe de servicio, algo que no logramos entender. Nadie nos informó de esta decisión". Por su parte, el jefe de servicio declinó hacer valoraciones al asegurar que "se trata de un asunto personal".
Los músicos se cuestionan si "resulta ético e incluso legal que este señor participe en la redacción de las bases del concurso que decidirán la contratación de una banda para la ciudad. Estamos convencidos que el pliego no nos va a favorecer, eso sin hablar de lo que nos supone la rebaja de 100.000 euros". Desde la inauguración del Auditorio, la Banda Municipal de Música ha tenido allí su local de ensayo y su sede social, teniendo incluso sus propias llaves hasta hace unos meses.
Aseguran que "esta situación es tanto más grave si se tiene en cuenta que muchos de nosotros sólo tenemos como fuente de ingresos la banda, y en este tiempo, al no tener instrumentos, no hemos podido ser contratados por nadie ni dar ningún concierto". Para la Banda, "el culpable de haber llegado a esta situación no es Jácome (el líder de DO que se opuso desde el principio a pagarles), sino el alcalde y la concejala por su falta de decisión y de responsabilidad".
Los representantes de la directiva insistieron en que "no logramos entender cómo ni por qué se ha llegado aquí. No puede ser que lo que ha sido válido y legal para alcaldes y concejales de todos los partidos políticos, desde el PP hasta el PSdeG pasando por el BNG, ahora sea una gran ilegalidad". La Banda de Música se convirtió en asociación cultural por petición del entonces concejal de Cultura, el popular Aurelio Gómez Villar, a mediados de los noventa.
