LÁMINAS PUBLICITARIAS

Bar Deportivo, bocadillos y tapas en un edificio soberbio

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photo_camera Anuncio de Café Bar DEportivo publicado en el año 1963.

Abrió en los años 30 en la administración de Auto Industrial y cerró en los 70 al ser demolida la casa

La lámina que entrega hoy La Región, dentro de la colección "Publicidad con Historia" refleja un anuncio publicado en 1963 del Café Bar Deportivo, un establecimiento hostelero singular que al recuerdo que desata como tal suma el entorno en el que estaba ubicado, un edificio soberbio que fue víctima de la piqueta en la década de los 70 del siglo pasado.

El Café Bar Deportivo ocupaba el bajo de un edificio que hacía esquina entre las calles Ervedelo y Progreso y que era propiedad de la familia Suances.  La construcción, de principios de la década de los años 30, fue diseñada por Manuel Conde Fidalgo, arquitecto municipal y de la Diputación, del que se conservan en la ciudad construcciones como la Plaza de Abastos, las iglesias de Fátima o San Pio X o el hospital Cabaleiro Goas.

El bajo del edificio acogía, en régimen de alquiler, la administración de la empresa de transporte de viajeros Auto Industrial, fundada por Antonio Díaz Varela. Recuerda Jorge Bermello Fernández, cuyo padre tenía una tienda de electrodomésticos justo enfrente, que el bar estaba en la zona derecha del bajo, según se entraba; luego se encontraba la zona de facturación de paquetes y al fondo, el despacho de billetes. "Tenía muchísima clientela. La empresa era la más poderosa en aquel momento, despachaba billetes para todas partes y aquella zona de la ciudad era un mundo de gente durante todo el día", señala.

El bar era también taquilla oficial de Club Deportivo Ourense y de la Agrupación Deportiva Couto. José Luis Díaz, hijo del fundador de Auto Industrial, fue el primer presidente de C.D. Ourense. Era lugar de reunión  de las peñas ourensanistas y eran famosas las tertulias de aficionados al fútbol que los domingos seguían allí los partidos y la quiniela. Alrededor de 1970 una ordenanza municipal prohibió a las empresas de transporte recoger a los viajeros en la calle, por lo que Auto Industrial tuvo que dejar el local y trasladarse a la nueva estación de autobuses.

Crisanto Lombardero, que regentaba una ferretería al lado, decidió arrendar el bajo y hacerse cargo del bar. "Apenas lo tuve dos o tres años, porque decidieron tirar la casa, un edificio impresionantes que si es hoy, seguro que no se lo dejan tirar", dice. Crisanto afirma que el bar tenía un gran ambiente y eran famosas las partidas de cartas que se celebraban allí. "El bajo era muy grande y se podían  poner mamparas para separar la zona de las partidas del resto del bar. Yo creo que por allí pasaron todos los grandes jugadores de cartas de la provincia", indica Lombardero, quien añade que también eran famosas las partidas de billar. "El Deportivo tenía la única mesa de billar con calefacción de la provincia", señala.n

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