Las escasas inversiones de los últimos 20 años se destinaron al saneamiento y canalización del caudal

El Barbaña, entre basura y hormigón

Un grupo de pato merodea entre la basura. (Foto: M.P.)
El río Barbaña discurre por la ciudad entre maleza, que tapa centenares de kilos de basura. La contaminación y el estado en que se encuentra provoca que la mayoría de los edificios le dé la espalda, cuando debería ser al contrario.
Todos los gobiernos que se sucedieron en el Concello de la ciudad en los últimos 20 años elaboraron proyectos y reclamaron inversiones de mejorar del Barbaña. Pero pocas iniciativas, salvo la construcción de cuatro colectores y senderos en las márgenes, llegaron a materializarse.

La mayoría de los proyectos quedó en el cajón del olvido, en algunos casos pese a haberse iniciado las obras. En la actualidad, a la altura del barrio de As Camelias, se pueden observar en la orilla del río Barbaña, una tubería que fue instalada con el objetivo de bombear agua del río Miño. ‘Era un proyecto muy bonito, que yo particularmente le tenía mucho cariño. El río Barbaña seca en época estival Y pretendíamos bombear agua desde el río Miño para dotarlo de caudal y retenerlo con varias represas’, explicó el portavoz del PP, Enrique Nóvoa. El bombeo era hasta O Piñeiral. La intención era aprovecharlo para disfrute de los vecinos, pero los trabajos fueron paralizados por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y así continúan.

Mientras, el río discurre canalizado entre grandes bloques de hormigón y piedra, que están cubiertos por la maleza que, a la vez, tapa cientos de kilos de basura. El motor de la construcción destrozó buena parte de sus riberas, que en algunos tramos son aprovechadas como huertas.

27 focos con vertidos de aguas fecales

El actual grupo de gobierno mejoró los paseos a lo largo de las riberas del río Barbaña, dotándolos de nueva iluminación. En la actualidad, una empresa construye colectores para recoger las aguas fecales de viviendas de O Polvorín y ‘en un corto espacio de tiempo eliminaremos los 27 puntos que hay contabilizados con vertidos de residuales al cauce’, explicó el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa.

El Concello de la ciudad inaugurará durante este mes el ‘Xardín da Metamorfosis’ y un área saludable. Ambas están a la altura de la calle Manuel Murgía, donde será construido también un ‘xardín da vida’, donde cada vecino tendrá su propia planta. ‘Lo importante ahora es regenerar el río tras el vertido tóxico. Repoblar la fauna piscícola y actuar en los fangos’, añadió Demetrio Espinosa, solicitando la colaboración de la Xunta de Galicia ‘porque está pasando ampliamente de este tema’, dijo.

Para Demetrio Espinosa, el proyecto de bombeo de agua desde el Miño no es viable, porque ‘costaría mucho dinero a los ourensanos y ningún técnico garantiza que aumente el caudal y se mantenga en el río durante el verano’, señaló.

¿Cómo valora el estado del río Barbaña?

Jesús Seara: ‘Mal, muy contaminado. A mí entender, había que instalar una tubería hasta O Piñeiral para bombear agua del río Miño y así dotarlo de caudal. Después incluso se podría navegar en barca, sobre todo los niños’.

Manuel Rodríguez: ‘Está muy mal. Del último vertido tóxico sólo se salvaron los patos. Habría que sanearlo, porque aún hay viviendas que vierten directamente al río. Hay que meter toda las aguas fecales en los colectores’.

Ana María Blanco: ‘Lo veo mal cuando habría que cuidarlo. Los operarios de limpieza no aparecen por aquí y el cauce está lleno de basura. Las papeleras que hay en los márgenes están hasta 15 días sin ser vaciadas’.

José Antonio Sánchez: ‘Está todo lleno de basura. Habría que realizar una limpieza profunda y convertirlo en un jardín. Pero para esto se necesita dinero público y el río Barbaña electoralmente no es muy rentable, no interesa políticamente’.



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