La mayoría se tramita por coacciones, amenazas, acoso o mala conducta en clase y en la ESO

Cada curso son sancionados 90 alumnos por indisciplina

El servicio de Inspección Educativa de la Xunta de Galicia tramitó a lo largo del pasado curso (2011-2012) un total de 90 expedientes disciplinarios a alumnos de la provincia por cometer infracciones en el aula consideradas graves y relacionadas con conductas perjudiciales para la normal convivencia en los centros educativos. Estos procedimientos desembocan desde una amonestación a la expulsión del centro temporal o definitivia (los casos más graves).
Esta cifra, que implica que los inspectores de Educación gestionaron una media de tres procedimientos por cada 1.000 alumnos de Ourense -expedientaron al 0,318% del total-, es ligeramente inferior a la media de años atrás, dado que se solían alcanzar el centenar de casos cada curso, según indicaron a La Región técnicos de la Consellería de Educación.

Amenazas o coacciones a los miembros de la comunidad educativa -profesores incluidos-, actos de discriminación graves o reiterados, acoso, daños al mobiliario o mala conducta conforman la casuística que deriva en un expediente, siendo las agresiones verbales y, sobre todo, las físicas, menos habituales.

La estadística que obra en poder de la Inspección Educativa, el servicio al que llega cada uno de estos casos a instancia de los propios centros educativos en los que se registran, revela que la incoación de expedientes es mucho más frecuente en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y menos en Primaria, Bachillerato y también en Formación Profesional (FP).


''NO ENCAJAN EN EL SISTEMA'

El director de uno de los centros educativos en el que se registraron expedientes de este tipo el curso pasado, el del IES A Carballeira- Marcos Valcárcel, Vicente Ribao, indica que la mayoría de estos procedimientos se abre 'por conductas no extremas'. Especialmente, 'por molestar en clase reiteradamente', reitera Ribao, para añadir que las agresiones físicas o verbales no suelen ser habituales.

En este centro se abrieron el año pasado cinco expedientes. Detrás de ellos se encuentran 'alumnos que no encajan con el sistema y que arrastran conductas problemáticas por las que precisan ayuda'. El protocolo habitual cuando un profesor detecta en el aula un episodio del que hay que dar traslado a la autoridad educativa, tal y como explica Ribao, es el de avisar al director , quien iniciará todo el cauce administrativo, en el que también participan los inspectores y, en los casos de mayor gravedad, la Fiscalía de Menores (no suele ser frecuente).

Por otro lado, el responsable del sindicato educativo Anpe en la provincia, José Manuel Fernández, incide en que detrás del montante de expedientes abiertos 'no hay motivos para la alarma, pues los casos de extrema gravedad -como las agresiones físicas- son muy esporádicos'. También pone énfasis en que el 'buen trabajo del profesorado' hace que muchos episodios de este tipo, 'el 99% -dice-, no asciendan de nivel y se resuelvan en el aula, o en la propia intimidad con el alumno o con la mediación de los padres'.

Por todo ello, el máximo representante de esta entidad sindical en Ourense hace un llamamiento a la tranquilidad y apela a la necesidad de encarar estas situaciones siguiendo los protocolos establecidos y con los recursos de los que disponen los centros y los profesores.

Para ayudar a los profesionales de la Educación, Fernández recuerda que el organismo sindical al que pertenece puso en marcha d el teléfono del Defensor do Profesor (608.404.555). La Xunta, asimismo, tiene en marcha un plan director para a convivencia e mellora da seguridade escolar', entre otros recursos, para evitar que se produzcan en el aula situaciones conflictivas.

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