Alumnos de Ourense que integran foráneos y se comunican con los enfermos

Promover el emprendimiento y las ideas de los jóvenes puede ser un tesoro en bruto para el futuro. Ejemplos de ello son los dos grupos de estudiantes del Colegio Santo Ángel de Ourense que fueron seleccionados de entre los 100 primeros proyectos para participar en el Challenge EduCaixa celebrado en Barcelona el fin de semana. La competición procura incentivar y premiar las ideas de estudiantes de secundaria de España y Portugal que cumplan con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) que propone Naciones Unidas. Los 17 grupos ganadores de esta competición tendrán la oportunidad de irse 15 días a Estados Unidos para visitar entidades como la Universidad de Yale y Google, desarrollar los proyectos y presentar, finalmente, las ideas en la sede de la ONU de Nueva York.

Humanizando el despertar

Los estudiantes David Portabales, Ana Nóvoa, Noa Sanz y Nicolás Garrido conforman el equipo del proyecto sanitario “Humanizando el despertar”. La idea surgió de una necesidad: “El padre de uno de nuestros compañeros, Nico, sufrió un accidente cerebrovascular y tuvo que ser ingresado en la UCI”, relata la portavoz del equipo, Noa Sanz. “Durante el ingreso llegamos a la conclusión de hacer el proyecto para que nuestro compañero se pudiera comunicar con él”, indica. A partir de ese momento los integrantes del equipo crearon una aplicación “con diferentes pictogramas” que hicieron posible “esta comunicación”. Según indica Sanz, el proyecto está “testado y validado por enfermeras y pediatras”. Con esto quieren “ayudar a todo el mundo que lo necesite”, expresa la estudiante.

Gorecer

El equipo integrado por Daniela Cruz, Amaya Rodríguez, Enara López y Sandra Somoza presentó el proyecto “Gorecer”, que favorece la “integración en los barrios” a partir de la “creación de espacios de encuentro en las aulas”. La idea nació de “la problemática relacionada con la integración de los inmigrantes en nuestro barrio por la falta de espacios de encuentro”, expresa Sandra Somoza. Como en su colegio hay “23 nacionalidades diferentes” probaron a fomentar el intercambio a partir de entrevistas y una feria intercultural que “abra la propuesta al barrio”. El proyecto muestra cómo la generación de “estos lugares en las aulas facilita el intercambio y la integración entre culturas”, cuenta Somoza. La expectativa es “trasladar el modelo al mundo real; de hecho, la Xunta nos mostró su apoyo”.