El 37% de las familias ourensanas llega a fin de mes con dificultades, según los datos de la última encuesta estructural a hogares publicada por el Instituto Galego de Estatística (IGE). Desde 2020, el porcentaje de población en situación de vulnerabilidad ha crecido en cinco puntos, lo que da cuenta de las consecuencias de la crisis económica derivada de la pandemia del covid.
Casi 96.000 hogares se aprietan al cinturón para cubrir sus necesidades básicas, mientras que casi 16.000 casas de la provincia terminan el mes con gran dificultad. La otra cara de la moneda son las casi 188.000 familias que se mantienen en una situación holgada en términos económicos.
Sueldos bajos
La provincia registra actualmente el ingreso mensual por familia más bajo de toda Galicia, según los datos publicados por el IGE. De media, en cada hogar ourensano entran al mes 2.191 euros, frente a los 2.398 de Lugo; los 2.388 de Pontevedra, y los 2.507 de A Coruña.
Si bien los ingresos han crecido en casi 500 euros respecto a hace una década (entonces, cada familia ganaba una media de 1.707 euros al mes en la provincia), no es suficiente para asegurar la cobertura de las necesidades básicas de toda la población.
En este sentido, desde Cáritas hablan del cambio de perfil de los usuarios del comedor social de la ciudad. Si antes la mayoría de los beneficiarios eran personas en situación de severa exclusión social, en los últimos años se han multiplicado las familias que, pese a contar con ingresos de forma regular, no logran sufragarse su alimentación. Las raciones diarias, de hecho, se han triplicado desde inicios de 2022. El incremento generalizado de los precios de los comestibles, mantenido desde 2020, es uno de los principales motivos de la mayor dificultad de los ourensanos para cubrir las necesidades alimentarias.
Tipología de hogares
La configuración de las familias también influye en la facilidad para llegar a fin de mes. En la provincia, uno de cada cuatro hogares (el 25% del total) son unipersonales, por lo que se mantienen con los ingresos de una única persona. Desde el año 2012, la proporción de población que vive sola no deja de crecer. Ourense es actualmente, después de Lugo, la segunda provincia gallega con mayor porcentaje de personas que residen sin compañía.
Por otra parte, el 10,20% de las familias son monoparentales, lo que implica que un único salario debe cubrir las necesidades básicas del padre o madre, así como las de sus hijos.
