Cada vez más multas por velocidad: hasta 134 sanciones al día tras la pandemia

La velocidad excesiva está detrás del 20 por ciento de los accidentes graves o mortales, según los datos que maneja la Subdelegación del Gobierno de Ourense. Pero, además, es la principal infracción al volante en la provincia y la que reporta más dinero a la Dirección General de Tráfico. Según los datos del informe publicado por la DGT a finales de marzo, el pasado año se cerró con 63.216 denuncias administrativas por incumplimientos viarios. El 74,4% fueron por pisar el acelerador: 36.273 “disparos fotográficos” de los radares fijos y 12.697 en los móviles (con una media de 134 al día). La mayor parte se saldó sin retirada de puntos (100 o 50 euros con pronto pago), aunque hubo 3.653 multas que restaron 8.546 puntos. Las autoridades con competencias en la materia advierten desde hace meses que Ourense es una de las provincias españolas en las que las infracciones por velocidad más aumentaron tras la pandemia. Las multas por este precepto subieron un 56% con respecto a 2020 y un 47% en comparación con 2019 (15.822 más). De hecho, 2021 cerró con cifra récord de sancionados desde 2015. Antes de la pandemia, la media era de 90 al día. Entre enero y marzo de este 2022, los siete radares fijos que estuvieron operativos, incluido el único de tramo emplazado en la N-525, multaron a 9.543 conductores. La cabina más activa es la de la N-120, sentido Ourense, en la bajada de Os Peares (kilómetro 550,75) junto a la salida Penalba-Parador de Santo Estevo. Un tramo limitado a 70 kilómetros por hora que sorprende, sobre todo, a quienes pasan por allí por primera vez o los habituales a los que se les hace extraño conducir muy por debajo del límite legal para una nacional. Las sanciones hablan por sí solas: 29 conductores al día de media. Ese radar, según fuentes de la Jefatura de Tráfico de Ourense, consiguió reducir la siniestralidad. “La cabina pacificó el tráfico, junto a la línea continua y las marcas sonoras en el eje de la calzada”, valora el responsable, David Llorente, quien también admite que el límite puede resultar “demasiado estricto” y se evaluarán la opción de cambio. El resto de cinemómetros fijos más activos están emplazados en la A-52, en Ribadavia y Monterrei. El dinero que se ingresa por velocidad es un misterio. La DGT no lo publicita y a la Delegación del Gobierno no le consta ese dato. En 2016, el último año con datos por provincias fue de 1.432.767 euros. Sí facilita los ingresos totales por sanciones en función del año en que se hizo efectivo el ingreso pero a nivel nacional: 444.347.376 millones en 2021 (el mayor monto desde 2015). La Ley de Tráfico establece la obligatoriedad de que el dinero recaudado por infracciones en la carretera tiene que ser destinado a financiar actuaciones y servicios en materia de prevención de accidentes y ayuda a las víctimas. Un punto negro erradicado por el radar de tramo de la N-525 en Cambeo En Ourense, hay un único radar de tramo, emplazado en la N-525 (hacia Santiago), a la salida de Ourense, que erradicó el principal punto negro de la red viaria durante años. Utiliza un sistema de acotamiento de velocidad media en un tramo de carretera, con un sistema de cámaras con reconocimiento de matrícula al inicio y al final de un tramo medido previamente, cronometrando el tiempo que se tarda al traspasarlo. “Desde que se instaló en diciembre de 2015 no hubo más fallecidos”, asegura David Llorente. Cinco años antes, cuatro personas perdieron la vida en ese trayecto, además de siete heridos graves. Desde 2016 hasta la fecha, solo se contabilizó un herido leve (salida de vía por despiste) y uno grave (un motorista que esquivó un jabalí). Fue el segundo radar de tramo instalado en una carretera convencional en España. “Hasta 2015 no podíamos ubicar radares en cualquier punto de la red de carreteras por cobertura de red, necesitábamos fibra óptica. Desde esa fecha, al utilizar tecnología GPRS, como los teléfonos móviles, podemos intentar ubicarlos en cualquier zona con siniestralidad donde haya cobertura”, explica.