SALUD

Una de cada tres viviendas ourensanas tiene alto riesgo de concentración de radón

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photo_camera Los profesores de Medicina Preventiva y Salud Pública de la USC Alberto Ruano (d) y Juan M. Barros, durante la presentación esta mañana en el Rectorado de Santiago el Mapa de Radón de Galicia. (XOÁN REY)

La provincia lidera esta problemática en Galicia, con diez puntos por encima de la media. La exposición a este gas es el segundo factor de riesgo de cáncer de pulmón, después del tabaco

Dos de cada 10 domicilios gallegos tienen alto riesgo de concentración de radón, según el mapa que ha elaborado un equipo de la Universidade de Santiago de Compostela (USC).

El dato para toda Galicia (23,3%) sube para la provincia de Ourense (33,2%) y para la de Pontevedra (28,6%), mientras que es inferior en A Coruña (19,6%) y Lugo (14,7%).

Mientras, el 79,25% de las comarcas gallegas (42 de 53) presentan alto riesgo de concentración de radón. Según el nuevo límite fijado por la Unión Europea, el porcentaje baja al 56% de las comarcas (30 de 53), pero los responsables del mapa de este gas abogan por el anterior umbral.

Si se atiende al oficial, los domicilios afectados en Galicia serían un 12,1% --un 21,2% en Ourense, un 14,8% en Pontevedra, un 9% en A Coruña y un 7,7% en Lugo--.

El director del Laboratorio de Radón de Galicia, Juan Miguel Barros Dios, y el profesor de medicina preventiva y salud pública de la USC, Alberto Ruano Raviña, han dado a conocer este viernes en rueda de prensa el mapa, que aspira a servir de instrumento de servicio público.

"GALICIA TIENE UN PROBLEMA"

Con él, según han destacado, se constata, como ya se sabe desde hace 30 años, que "Galicia tiene un problema de radón", por el sustrato geológico, que la convierte en la comunidad líder en presencia de este gas, por delante de otras zonas de la Península Ibérica como sur de Castilla y León, norte de Extremadura y de Madrid.

En estas áreas se encuentran las casas "con más concentración de radón", un hecho motivado por el lugar en el que se asientan, más que por el material con el que están construidas las viviendas. En concreto, dentro de Galicia, las provincias más afectadas son Ourense y Pontevedra.

En base al análisis realizado por la USC, que lleva desde 1992 trabajando en este ámbito, en la primera de las provincias un 33,2% de los domicilios supera los 200 becquerelios por metro cúbico, mientras que en la segunda el dato se reduce al 28,6%. A Coruña se sitúa en tercer lugar, con un 19,6%, y la provincia "menos contaminada" en lo que a radón respecta es Lugo, con un 14,7%.

Los responsables de esta iniciativa han generado, a partir de 3.411 medidas de radón residencial, y en un documento que no está cerrado, pues "van llegando" nuevas mediciones, dos mapas: uno con el nuevo umbral (300 becquerelios por metro cúbico) y otra con el anterior (200 bequerelios por metro cúbico).

Con el más reciente, 30 comarcas tienen un alto riesgo de concentración en la comunidad gallega, con 139 ayuntamientos afectados. En el segundo, son 52 comarcas y 203 municipios.

200 PLACAS DE TÓRAX AL AÑO

Disconformes con el cambio del tope, los impulsores del mapa del radón han argumentado su postura con un ejemplo: según un estudio desarrollado en Canadá, unos 200 becquerelios por metro cúbico equivaldrían a hacerse 200 placas de tórax al año.

De ahí que, de hecho, la Organización Mundial de la Salud lo bajase en 2009 a 100 becquerelios por metro cúbico en un informe en el que participaron ambos profesores de la universidad de la capital gallega. 

No obstante, en 2018 entrará en vigor la nueva directiva europea, que sube de nuevo este límite, hasta 300, algo que Barros ha atribuido a no querer "asustar" a los constructores.

SOLUCIONES 

La exposición al gas radón es, después del consumo de tabaco, el segundo factor de riesgo de cáncer de pulmón y el primero en personas que nunca fumaron.

Por eso el código europeo contra el cáncer la señala como una de las exposiciones ambientales a disminuir. Para ello, según ha expuesto el director del Laboratorio de Radón de Galicia, hay una solución muy básica: "hacerle un camino al gas, que se cuela por todas partes, para que no suba por donde no debe". 

Por ello, ha destacado que es preciso construir "a prueba de radón", con tubos previstos para dejar salir el gas y extractores que lo eliminen --o, en según que casos, artefactos que impulsen aire para conseguir que el radón, más pesado que el aire, salga--. También es una medida adecuada la climatización con "intercambio de aire" del exterior y el interior de la casa. 

Sin embargo, el mayor aislamiento energético, aunque no es "incompatible" con un descenso de la presencia de radón en el hogar, si suele derivar en los actuales tiempos en un incremento de la concentración, de acuerdo con estudios realizados en Gran Bretaña a los que han apuntado.

PAÍSES MODÉLICOS

Los dos responsables del mapa han abogado por seguir la estela que marcan países como los nórdicos, Gran Bretaña, Irlanda, Estados Unidos y Canadá en esta materia.

A diferencia de ellos, en España por ahora solo está en vigor legislación laboral, y Barros ha advertido de que es un número "mínimo" y "ridículo" el de las empresas que la están cumpliendo. Asimismo, ha denunciado que, al menos que él sepa, no existe registro de las administraciones públicas sobre los puestos de riesgo en cada comunidad, pese a que hubo "algún intento" en el caso de Galicia.

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