Un vecino de A Ponte que iba a arrojar la basura halló en un contenedor ocho crías de pastor alemán

Del calor materno al contenedor

Imagen de los cachorros encontrados en el contenedor. (Foto: Miguel Ángel)
La Policía Local de la ciudad abrió una investigación para localizar a la persona que depositó una camada con ocho crías en el interior de un contenedor frente al número 5 de la calle Alejandro Pedrosa, en el barrio de A Ponte. Intenta esclarecer lo ocurrido porque el abandono de animales domésticos está tipificado como una falta en el actual Código Penal. Los cachorros fueron trasladados a la perrera municipal en donde, pese a todos los cuidados dispensados, dudan que sobrevivan todos.
Rosa Jarrín, la responsable de la perrera municipal, duda de que sobreviva toda la camada. El calor de una madre con apenas una semana de vida resulta insustituible. Pero, aún así, no les escatima atenciones.

Los ocho cachorros (siete hembras y un macho) recuperados por la Policía Local en el interior de un contenedor de basura tan siquiera abren los ojos y hasta traían consigo el cordón umbilical. En la perrera, pese a que están amamantándolos a biberón cada dos horas y una estufa intenta suplir el confort materno, saben que las crías, posiblemente de pastor alemán, llegaron en estado crítico.

‘Siendo tan pequeños necesitan las vitaminas de la leche materna y el calor de la madre, pero estamos intentando sacarlos adelante y aún no podemos saber si sobrevivirán’, apunta Jarrín.

La Patrulla Verde de la Policía Local acudió a las 22,28 horas de la noche al número 5 de la calle Alejandro Pedrosa. Un vecino de la zona alertó al servicio de emergencias del 112 porque al arrojar la basura vio ‘unas diez crías de perro en el interior de una bolsa’.

Investigación

La Policía Local abrió una investigación con el fin de localizar al propietario de los cachorros, ya que la reforma del Código Penal de 2004 tipificó el maltrato a los animales como delito y el abandono como una falta en aras de dar una mayor protección jurídica a los anima les domésticos.

Esta práctica, pese a que resulta anecdótica para las fuerzas de seguridad en la ciudad, no es tan inusual, según confirma Rosa Jarrín. Hace una semana -comenta- un joven les dejó en la perrera una bolsa con una camada de seis cachorros que había encontrado en un contenedor. Murieron todos menos uno. Asimismo, el Seprona les entregó hace 15 días siete perros hallados en una bolsa en Santa Cruz de Arrabaldo. En este caso, no sobrevivió ninguno.

Tampoco desde el 112 con sideran tan atípicas estas alertas, aunque no sólo por perros abandonados. Cetáceos varados en las playas de la costa gallega, enjambres de abejas en espacios públicos o viviendas particulares, animales extraviados o moribundos en carreteras son algunas de los avisos que atienden, asegura la responsable de comunicación Catalina Pérez. Desde Emergencias se movilizan recursos como al personal del Centro de Estudios Marinos, Asociación Galega de Apicultura, agentes de Tráfico u operarios del Servicio de Conservación de Vías.

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