Antonio Iglesias ejemplifica hoy al paciente con cáncer colorrectal con una vida renovada. Cuida del cultivo en su finca, juega al baloncesto y "desobedece" a la doctora con "algún vaso de vino"
El tiempo avanza de la misma forma que evoluciona la tecnología y la medicina. Rápido y eficaz. Un pestañeo significa un nuevo sistema informático o un inédito progreso médico. "La situación en los pacientes de cáncer de colon ha cambiado mucho", explica Mercedes Salgado, doctora adjunta del departamento de oncología del Complejo Hospitalario de Ourense.
Un paciente suyo, Antonio Iglesias, va hoy a visitarla en su rutinaria consulta: "Cada quince días, voy a ver a la doctora para seguir con el tratamiento".
Este 31 de marzo se celebra el Día de Prevención de Cáncer Colorrectal y desde la gerencia del Sergas en Ourense animan a la participación en un programa de cribado o de detección precoz. Joaquín Cubiella, responsable del programa en la ciudad, registró hasta febrero, en 20 meses, que "de los 25.895 ourensanos que participaron, a 80 le diagnosticaron cáncer y a 540 se le extrajeron pólipos para evitar el desarrollo de la patología".
Los datos hablan. Los hombres participan menos pero tienen más riesgo de padecerlo. Las mujeres son más previsoras y tienen menos peligro. Para la doctora Mercedes Salgado, "el varón es más descuidado, sin embargo las mujeres cuidan más de su salud. También por un aspecto social. Ellas están más acostumbradas a someterse a análisis para prevenir el cáncer de mama".
Antonio Iglesias respira "un aire diferente desde mi finca de San Francisco". Su vida ha cambiado por su participación activa en el tratamiento. Aspecto fundamental desde el punto de vista médico y personalidad intrínseca del ourensano. "A mi no me van a llevar. Si algún día llego a la consulta y me dicen que no hay nada que hacer, tendré que irme. Pero mientras, voy a disfrutar de la vida", aclara.
Su hija le espera con el coche encendido para acompañarlo y llevarlo a la consulta: "El apoyo de la familia es impresionante". Se le traban las palabras.
Los testimonios
Mercedes Salgado: "Un enfermo debe disfrutar de la vida"
Lleva 20 años cuidando a sus pacientes en el CHUO, aunque recuerda que su vocación médica nació en su etapa universitaria. Mercedes Salgado analiza los avances para tratar el cáncer de colon y recto: "Gracias a nuevos investigadores, a nuevos fármacos, a todos los estamentos de la sanidad, los progresos han sido constantes". La médico no se conforma con la evolución en la sanidad y exclama: "¡Queda mucho por estudiar e investigar!". Sin embargo, regala una solución para prevenir casos: "Hay que concienciar para hacer pruebas de prevención".
El miedo ante un diagnóstico positivo "existe pero hay que tener mano izquierda. Una sonrisa es fundamental". Define el concepto de "psicología médica" con una anécdota graciosa: "Muchas veces los pacientes entran y me ven seria. Se asustan y preocupan. Y no es porque sea nada malo en relación a su salud, es porque tengo un mal día. Pero pronto me sacan la sonrisa". Cada paciente "debe disfrutar de la vida. No doy restricciones, pero sí indicaciones para tener mejor salud".
Antonio Iglesias: “Dejé el licor y el coñac, pero tomo algo de vino"
Antonio Iglesias está casado, tiene 76 años y cuatro hijos. Hace dos años le detectaron cáncer de colon. "Estaba mal y fui a la residencia, pensando que tenía un catarro muy grande. Vomitaba muy oscuro. Además, no comía muy bien y estuve ingresado mucho tiempo", recuerda el ourensano.
Trabajó durante 55 años en el comercio local. "Tenía una juguetería a la que dedicaba mi tiempo", explica. Sin embargo, ahora que está jubilado anhela no tener los años de juventud para disfrutar con más energía.
Antonio decidió luchar contra su enfermedad, de forma activa: "Si te derrumbas, echas a toda tu familia abajo. No puedes hacerlo. Como digo yo, hay que sobrevivir hasta que se pueda".
Habla sobre su cáncer desde la experiencia y con la felicidad de un apoyo familiar constante. Felicita y da gracias a todos los médicos que han tenido contacto con él porque "ahora vivo mejor". Sin embargo, rememora riendo sus antiguos vicios: "Me gustaba mucho el licor café y el coñac. Pero lo dejé. Ahora solo algún vaso de vino".
(Fotos cedidas por Innovando Es Posible: 10 años desafiando al cáncer de colon)
