El hijo del musicólogo recogió la medalla de oro que entregó la Diputación para honrar a su padre

Una canción de Manuel de Dios se postula como himno

Baltar entrega la medalla de oro al hijo del homenajeado. (Foto: JOSÉ PAZ)
La Diputación honró ayer la memoria del que fuera profesor, poeta y musicólogo Manuel de Dios entregándole la Medalla de Oro de la provincia a título póstumo (falleció el 12 de noviembre del año 2009 a los 79 años). La insignia la recogió su hijo Manuel de Dios Hernández de manos del presidente de la Diputación, José Luis Baltar, durante un acto muy emotivo, en el que se dio lectura a varios poemas que el homenajeado dedicó a Ourense.
Manuel de Dios huía de los protagonismos y, según José Luis Baltar, seguro que hubiera rechazado este acto, 'pero Ourense está en débeda con el. Si houbera moitos ourensáns como el, outro galo cantaríanos', recalcó en su intervención Baltar Pumar.

La entrega de la medalla comenzó a las 11.00 horas en el salón de sesiones del Pazo Provincial, que media hora antes ya estaba abarrotado de público, entre ellos, además de los familiares del homenajeado, el conselleiro de Educación, Xesús Vázquez; el subdelegado del Gobierno, Camilo Ocampo, y numerosos diputados, alcaldes y personajes del mundo de la política y cultura. También estaban los integrantes de la coral 'Vellos Amigos', que fundó Manuel de Dios y a él dedicaron dos de sus canciones: 'Ourense ó lonxe' y 'Ourense no solpor'. Las dos interpretaciones arrancaron numerosos aplausos de los presentes, pero la última podría convertirse en el himno de la provincia. José Luis Baltar Pumar solicitó a la agrupación que le facilitarán la letra 'para popularizarla entre os ourensáns. Ben podía ser o noso himno', aseguró.

Durante el acto, un amigo del homenajeado, Arturo Hernández Nóvoa, desgranó todas las facetas de Manuel de Dios. 'Durante a súa vida buscou a razón de ser. Foi un home libre, que fuxía da mediocridade', apuntó. El acto lo cerró su hijo, Manuel de Dios Hernández, que agradeció la entrega de la medalla, pero consciente de que a su padre no le gustaba el protagonismo, dio lectura a un escrito del finado en el que aseguraba: 'Non cortedes loureiros, porque non quero florecer entre os gloriosos. Eu son un máis de todos vos'.

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